Para satisfacer las progresivas demandas de agua dulce, en especial en las extensiones desérticas y semidesérticas, se han llevado a cabo copiosas indagaciones con el propósito de conquistar métodos eficaces para eliminar la sal del agua del mar y de las aguas salobres. Se han desarrollado varios procesos para hacer agua dulce a bajo costo.
Tres de los procesos incluyen la evaporación seguida de la condensación del vapor resultante, y son conocidos como: evaporación de múltiple efecto, destilación por compresión de vapor y evaporación súbita. En este último método, que es el más empleado, se calienta el agua del mar y se introduce a través de una bomba en tanques de baja presión, donde el agua se evapora bruscamente. Al condensarse el vapor se toma el agua pura.
La congelación es un método alternativo que se encarga de los diferentes puntos de congelación del agua dulce y del agua salada. Los cristales de hielo se separan del agua salobre, se lavan para extraerles la sal y se derriten, convirtiéndose en agua dulce. En otro proceso, denominado ósmosis inversa, se emplea presión para hacer pasar el agua dulce a través de una fina membrana que imposibilita el paso de minerales. La ósmosis inversa sigue desarrollándose de forma intensiva. La electrodiálisis se emplea para desalinizar aguas salobres. Cuando la sal se disuelve en agua, se separa en iones positivos y negativos, que se extraen pasando una corriente eléctrica a través de membranas aniónicas y catiónicas.
Un conflicto significativo en los proyectos de desalinización son los costos para hacer agua dulce.
La mayoría de los entendidos confían en poder hacerse con mejoras importantes para purificar agua ligeramente salobre, que contiene entre 1.000 y 4.500 partes de minerales por millón, en comparación a las 35.000 partes por millón del agua del mar. Puesto que el agua resulta potable si contiene menos de 500 partes de sal por millón, desalinizar el agua salobre es comparativamente más barato que desalinizar el agua del mar.
Véase igualmente Energía hidráulica; Energía solar; Suministro de agua.
Para otras funciones del agua, véase Erosión; Geología; Metabolismo.
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