Ácidos grasos, nombre común de un conjunto de ácidos orgánicos, con un único conjunto carboxilo (8COOH), entre los que se hallan los ácidos saturados (hidrogenados) de cadena lineal producidos por la hidrólisis de las grasas. El conjunto incluye de igual forma todos los demás ácidos saturados de cadena lineal e inclusive ácidos con cadena ramificada o estructura cíclica. Los ácidos grasos pueden ser igualmente no saturados o insaturados, esto es, pueden presentar dobles enlaces. El ácido metanoico (fórmico), HCOOH, y el ácido etanoico (acético), CH3COOH, son los ácidos grasos más simples. Ambos tienen sabor amargo, irritan la piel y tienen un olor penetrante. Otros ácidos grasos saturados con estructura más liosa son el butanoico, el hexanoico y el octanoico, todos con un olor desamable. Los ácidos esteárico y palmítico son materiales grasientos que tienen poco olor. Ejemplos de ácidos grasos insaturados son el ácido oleico y el linoleico, ambos líquidos oleosos, incoloros o amarillentos. Una fuente cada vez más significativo de ácidos grasos es el tallol, un subproducto conseguido en la fabricación de la pasta de papel con madera de pino.
Los ácidos grasos se usan para hacer detergentes biodegradables, lubricantes y espesantes para pinturas. El ácido esteárico se emplea para conjuntar caucho o hule con otras sustancias, como pigmentos u otros materiales que controlen la flexibilidad de los productos ocasionados del caucho; igualmente se usa en la polimerización de estireno y butadieno para hacer caucho artificial. Entre los nuevos usos de los ácidos grasos se hallan la flotación de menas y la fabricación de desinfectantes, secadores de barniz y estabilizadores de calor para las resinas de vinilo. Los ácidos grasos se usan igualmente en productos plásticos, como los recubrimientos para madera y metal, y en los automóviles, desde el alojamiento del filtro de aire hasta la tapicería.
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