Abdicación

Abdicación, acción de desistir al puesto por parte de un soberano u otro tipo de gobernante. En etapa moderna, las desencadenantes que han cometido a los monarcas abdicar han sido numerosas y múltiples.

La reina Cristina de Suecia abdicó en 1654 porque se encontraba abrumada por sus responsabilidades políticas. Una salubridad precaria fue la causa de la abdicación del emperador Carlos V en 1558 y de Felipe V, monarca de España, en 1724. Luis Bonaparte, nombrado monarca de Holanda por Napoleón (1806), abdicó en 1810 en protesta porque su hermano trató a Holanda como si fuera una simple provincia de Francia. El monarca Carlos Manuel IV de Cerdeña fue empujado a abdicar por Napoleón en 1802; su sucesor, Víctor Manuel I, abdicó en 1821 ante un levantamiento popular contra su régimen. Fuerzas extranjeras forzaron a abdicar a los soberanos polacos Augusto II el Fuerte, Estanislao I Leszczynski (1735) y Estanislao II Augusto (1795). Carlos IV de España se vio empujado a abdicar en favor de su hijo Fernando VII tras el Motín de Aranjuez (17 de marzo de 1808). Meses después ambos debieron ceder sus derechos a favor de José Bonaparte en Bayona, ante la presión de Napoleón. El propio Napoleón se vio empujado a abdicar frente a las potencias aliadas tanto en 1814 como tras su retorno en 1815.

Las insurrecciones han sido otra causa frecuente de abdicaciones forzosas, como las de Ricardo II de Inglaterra (1399), María I Estuardo (1567), Carlos X de Francia (1830), Luis Felipe de Francia (1848), Fernando I de Austria (1848), Luis I de Baviera (1848), Carlos Alberto de Cerdeña-Piamonte (1849), Amadeo I de España (dando paso a la I República en 1873), el príncipe Alejandro I de Bulgaria (1886), el monarca Milan de Serbia (1889), Manuel II de Portugal (1910) y Nicolás II de Rusia (1917).

La derrota de los Imperios Centrales en la Primera Guerra Mundial (1918) dio origen a una serie de abdicaciones, como las de Guillermo II de Alemania, Carlos I de Austria-Hungría, Luis III de Wittelsbach, monarca de Baviera, Federico Augusto III de Sajonia y Guillermo II de Württemberg. Unas cuantas abdicaciones más tuvieron lugar en el periodo de entreguerras. El monarca Constantino I de Grecia fue empujado a abdicar en dos ocasiones: por presiones políticas nacionales y extranjeras en 1917, durante la Primera Guerra Mundial y, tras su retorno, nuevamente en 1922 como consecuencia de la derrota griega en su enfrentamiento con Turquía. En 1931 el monarca de España Alfonso XIII dejó el cetro tras el triunfo de las candidaturas republicanas en las elecciones municipales conmemoradas el 12 de abril. Dos días después, el 14 de abril de 1931, se coronó la II República. El monarca Prajadhipok de Siam (actual Tailandia) abdicó en 1935 debido a su mala salubridad. Eduardo VIII de Gran Bretaña (después duque de Windsor) abdicó en 1936 porque el Gobierno se opuso a sus planes de casamiento.

En 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania forzó a abdicar a Carol II de Rumania. El sha de Irán Reza Kan Pahlavi era, al parecer, simpatizante del Eje, por lo que en el momento en que Gran Bretaña y la URSS ocuparon zonas clave de Irán en 1941 hubo de abdicar en su hijo. Víctor Manuel III de Italia abdicó en 1946 a favor de su hijo, Humberto II; sin embargo, los italianos votaron a favor de transformar Italia en una república y Humberto fue depuesto en 1947. El monarca Miguel de Rumania abdicó en 1947 presionado por los comunistas rumanos.

La reina Guillermina de los Países Bajos abdicó en 1948 por su precaria salubridad. Las presiones de la izquierda forzaron a Leopoldo III de Bélgica a abdicar en 1951. Faruk I, monarca de Egipto, hubo de abdicar en 1952 tras un revés de Estado militar. El príncipe Norodom Sihanuk abdicó del cetro de Camboya en 1955 para oponerse contra la disconformidad interna a su política pro-occidental. En 1969 el monarca Idris I de Libia cedió el poder tras un revés de Estado militar que proclamó la República. El sha Muhammad Reza Pahlavi cedió el poder en Irán en 1979 ante las presiones conocidos, tras lo cual fue proclamada la República Islámica. Juliana, reina de los Países Bajos, abdicó en 1980 a la edad de 71 años.

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