Arte chino en la dinastía Shang

La civilización Shang (1766-1122 a.C.) nació de forma directa de la revolución neolítica (4000-2000 a.C.), una etapa de gran relevancia en la antigua historia de China. En este periodo, con el comienzo de la agricultura y de la domesticación de animales, florecieron los primeros asentamientos. Este nuevo sistema de vida dio origen a los ritos funerarios más antiguos que es conocidon. Los objetos de uso ordinario eran enterrados con el difunto, y gracias a ello han acudido hasta nosotros en buen estado de conservación. Las sepulturas neolíticas han revelado una gran diversidad de cerámica, especialmente vasijas pintadas que eran seguramente urnas funerarias y copas de arcilla negra pulida, desarrolladas al torno, empleadas en algún ritual. Igualmente se han encontrado herramientas de jade y de piedra, y es probable que los chinos de la etapa neolítica tuvieran conocimientos de metalurgia.

Los habitantes de un pueblo neolítico de la provincia de Henan, situada al este de China, conformaron un clan que dio origen a la civilización Shang. Su gobierno dinástico se organiza en dos periodos, anterior y ulterior al instauración de la capital real en Anyang en el 1384 a.C. en torno a. Numerosas ciudades Shang fueron desarrolladas en el periodo pre-Anyang, sin embargo casi todos los objetos de la etapa, incluyendo las vasijas de cerámica, jade y bronce, han sido descubiertos en las sepulturas, lo que prueba la existencia de rituales que requerían recipientes especiales para comida y vino. Para escuchar a la demanda de vasijas, cada vez más ornamentadas, destinadas a estos cultos, las técnicas de la metalurgia aventajaron con rapidez.

El periodo de Anyang marcó los últimos dos siglos y medio del mando Shang. Las excavaciones desarrolladas en la zona donde estuvo la antigua capital han apoyado a conocer mejor su arte y su cultura. Se han encontrado inscripciones en huesos de animales (llamados huesos de oráculo) y en vasijas de bronce que revelan que los mandatarios sentían gran desasosiego por asegurar su inmortalidad. Practicaban un complejo sistema de religiosidad a los antepasados que incluía la ofrenda de comida y bebida en los templos. Las vasijas componían una parte básica del culto y recomiendan que los Shang tenían distinguidas imágenes de culto. Algunas de estas vasijas rituales de bronce se encontraban ornamentadas en toda su superficie con monstruos y pájaros y, en algunos casos, con figuras humanas.

Los soberanos Shang cimentaron liosas sepulturas. Creían que era posible llevarse al otro mundo sus posesiones materiales, por lo que se enterraba a los integrantes del hogar real con sus riquezas personales. En 1975 los arqueólogos chinos que trabajaban en la zona de Anyang descubrieron la sepultura del cónyuge favorito de un monarca Shang, donde hallaron más de 400 vasijas de bronce y armas, además de 600 piezas de jade y piedra hermosamente talladas con formas de animales y pájaros. La gran calidad artística de estos objetos es una prueba más del avance del arte chino de la primera dinastía.

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