Abarrancamiento, proceso de formación de barrancos debido a la erosión pluvial.
El agua de lluvia, al discurrir sobre el terreno, forma acanaladuras en el suelo. Si la pendiente es muy prominente, se genera erosión en surcos. Las repetidas temporadas de lluvias penetrantes generan que los surcos o cárcavas se transformen en hondonadas de varios metros de profundidad que se denominan barrancos. Las paredes de los barrancos con casi verticales y son susceptibles de sufrir una erosión penetrante. De este modo, los barrancos aumentan vertiente arriba y pueden acoplarse unos con otros. El proceso de abarrancamiento se genera en terrenos formados por materiales deleznables y que no están cubiertos por vegetación. Otro componente fundamental es el régimen de lluvias. Éstas deben ser esporádicas sin embargo torrenciales.
El abarrancamiento se puede hacer en zonas áridas o semiáridas, sin vegetación, o en aquellas zonas húmedas en las que se ha derribado la cubierta vegetal. El resultado de la formación de barrancos es un paisaje denominado malas tierras (badlands) o tierras baldías.
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