Adverbialización, uso de una palabra en función adverbial.
La mayoría de las adverbializaciones se son concernientes a con adjetivos lexicalizados en su forma masculina singular: temprano, pronto, mucho, harto, excepto, apenas, éste lleva como adverbio acento diacrítico. Muchos pronombres pueden funcionar como complementos provisionales, conforme Emilio Alarcos Llorach; por ejemplo, en Trabaja mucho, el adverbio mucho modifica el significado del verbo, mientras que en Tiene mucho valor, ‘mucho’ determina al sustantivo, concuerda en género y número con éste y tiene valor de indicante. Igualmente pueden emplearse en cometido adverbial algunos adjetivos comparativos: peor, mejor, menor, mayor. Y otros adjetivos indefinidos: mucho, poco, harto, bastante.
Se pueden considerar dos tipos de adverbialización del adjetivo: A) Adverbialización morfológica, en el momento en que un adjetivo calificativo se transforma en adverbio agregándole el sufijo -mente; B) Adverbialización sintáctica, conforme la cual, muchos adjetivos, sin modificar de forma, se transforman en adverbios en el momento en que se modifican su cometido lingüística, funcionando como cambiadores del verbo: Escribe ‘claro’. Trabaja ‘mucho’.