Aportación de nutrientes al suelo

Entre las deficiencias del suelo que afectan a la productividad, la falta de nutrientes es en especial problemática. Los nutrientes más indispensables para un correcto crecimiento de las plantas son el nitrógeno, el potasio, el fósforo, el hierro, el calcio, el azufre y el magnesio, todos los cuales están presentes en la mayoría de los suelos en cuantías variables. Adicionalmente, la mayoría de las plantas precisa diminutas cuantías de sustancias denominadas elementos traza, presentes en el suelo en cuantías muy pequeñas, entre los que se hallan el manganeso, el cinc, el cobre y el boro. Frecuentemente, los nutrientes se hallan en el suelo en forma de compuestos que las plantas no pueden emplear sencillamente. Por ejemplo, el fósforo combinado con calcio o magnesio es usado por las plantas, sin embargo combinado con hierro o aluminio, generalmente no. El enriquecimiento del suelo con fertilizantes artificiales y a través de tratamientos que aceleran la descomposición de compuestos complejos aumenta la disponibilidad de minerales usados en el suelo. La cuantía de fósforo usado, por ejemplo, se aumenta asiduamente con la adición de fertilizantes superfosfatados. Añadir calcio a los suelos disminuye la acidez y aumenta la disponibilidad de fósforo para las plantas. Pero, la existencia de fósforo en formas no usadas es, en ocasiones, ventajosa, ya que contribuye a preservar el contenido de éste en el suelo y hace que los efectos de la aplicación de superfosfato perduren años. En numerosas ocasiones se añade cobre y azufre al suelo a través de soluciones aplicadas en forma de aerosol. Otros elementos se agregan a través de aplicación directa o a través de fertilizantes artificiales específicos.

— 280 visualizaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *