Desde la antigüedad, el adulterio se ha constituido como trama de muy múltiples productos mítico-literarias. De este modo, en el Antiguo Testamento se cuenta el entusiasmo adúltera establecida entre el monarca David y Betsabé, cónyuge de Urías el hitita. Los amores furtivos del caballero Lanzarote y la reina Ginebra son uno de los elementos elementales del ciclo artúrico (véase Leyenda del monarca Arturo), expresión de la doctrina del amor cortés. En la misma dirección, abundan los ejemplos literarios en torno al fenómeno: los dramas de honor de Calderón de la Barca, la obra literaria en prosa libertina francesa y, en gran medida, la obra literaria en prosa europea del siglo XIX —cuyo ejemplo emblemático es Madame Bovary, de Gustave Flaubert, quien fue juzgado por atentado a la moral—, centran en el adulterio muchos de sus argumentos. Desde muy variadas perspectivas morales, han tocado el adulterio productos tan múltiples como los Cuentos de Canterbury, de Geoffrey Chaucer; Otelo, de William Shakespeare; La letra escarlata, de Nathaniel Hawthorne; Divinas palabras, de Ramón María del Valle-Inclán; La regenta, de Leopoldo Alas y Ureña; y Reflejos en un ojo dorado, de Carson McCullers.
— 216 visualizaciones.El adulterio en el mito y la literatura
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