Adelantado americano, persona específico que, a través de asiento o capitulación con la Corona, tomaban a su puesto las compañías, obteniendo el título del adelantazgo como una de las mercedes pactadas. Pero, en la Corona de Castilla, los adelantados convencionalmente se encargaban del conflicto bélico contra los musulmanes e hicieron igualmente aparición en el proceso de conquista de las islas Canarias.
El primer adelantado de las Indias fue Bartolomé Colón. Creyéndose con atribuciones para ello, Cristóbal Colón lo nombró en 1494; denominación que tres años después los Reyes Católicos hicieron efectiva por Real Provisión de 22 de julio de 1497 como “adelantado de las dichas islas nuevamente falladas en las dichas Indias, con iguales derechos y facultades que los adelantados de Castilla”. El ejercicio y la categoría del puesto son, al menos en sus comienzos, desconcertantes. Bartolomé de Las Casas dice que Colón, como virrey, “pretendió (a su hermano) criarlo e investirlo de la dignidad u oficio real de adelantado de las Indias, como él lo era almirante”. La producción de un adelantamiento en Indias no supone la instauración de una demarcación territorial subordinada al virreinato, sino la de un oficio entendido por los Colón como de alta jefatura militar, aunque de facto inoperante.
Según la legislación de Indias, el adelantado, entre otras cosas, debía instituir, edificar y poblar por lo menos tres ciudades, ser teniente de las fortalezas que hiciera, nombrar regidores y otros oficiales que después corroboraría el rey, tener la jurisdicción civil y criminal en grado de apelación de los tenientes de administrador y magistrados ordinarios de las ciudades y villas de su fundación, así como decretar ordenanzas para la gobernación de la tierra. El adelantado dependía del Consejo de Indias, sin poderse entrometer los virreyes y audiencias, y poseía igualmente facultad para repartir tierras y encomendar indios, gozando de copiosas exenciones y privilegios.
— 85 visualizaciones.