Agalla

Agalla, igualmente cecidio, hinchazón o excrecencia de los tejidos vegetales causada por la acción de parásitos. Pueden formarse en cualquier parte de la planta, sin embargo aparecen especialmente en puntos donde hay células activas en etapa de incremento o división. Desencadena su incremento el efecto químico de secreciones de los organismos infestantes, por lo general insectos u hongos. Adoptan formas muy variadas, dependiendo del parásito que la razón; por lo general, cada especie de organismo formador de agallas infecta un órgano específico de la planta. El incremento de la agalla puede deberse a la hipertrofia extrema de las células individuales o a la división rápida de las situadas cerca del punto atacado por el parásito. Proporciona a éste una cápsula defensora mientras se nutre de la planta.

Las agallas más vistosas son las generadas por insectos que comienzan la invasión poniendo huevos en los tejidos vegetales. El agrandamiento del tejido periférico se debe al estímulo de incremento inducido por los huevos o por las secreciones de las larvas. Las avispas de las agallas, que pertenecen a la familia de los Cinípidos, formada por pequeños himenópteros, comprende el mayor número de insectos formadores de agallas. Limitan sus ataques a una veintena de géneros vegetales distribuidos entre seis familias, y muy en especial a los robles; las diferentes especies inducen la formación de agallas en raíces, troncos, hojas, yemas, flores y frutos. Varios cinípidos de los géneros Amphibolips y Dipolepis estimulan la producción de unas agallas denominadas manzanas del roble. La especialización de los Cinípidos es tan considerable que, en algunos, se ha cambiado hasta la multiplicación. De este modo, Plagiotrochus punctatus prohace en verano una descendencia normal cuyas larvas producen en las hojas del roble unas agallas en forma de ampolla; en primavera nace una segunda descendencia íntegramente femenina cuyas larvas generan hinchazones irregulares en las ramillas del árbol; de los huevos no fertilizados de la segunda descendencia nacen avispas de los dos sexos, que repiten el ciclo.

Varias agallas causadas por insectos del género Cynips son fuentes significativos de ácido tánico (véase taninos). La agalla comercial causada por Cynips gallaetinctoriae, que afecta a varias especies de robles euroasiáticos, contiene en torno a un 65 % de ácido tánico. Se cosechan y comercializan como fuente de taninos para el curtido de cueros y la fabricación de tintas.

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