Actividades de las abejas meliferas

La reina y sus obreras actúan como un conjunto por el bienestar de la colonia en su conjunto. La reina puede determinar el sexo de su descendencia. Cuando un huevo pasa del ovario al oviducto, puede o no ser fecundado con el esperma que contiene la espermateca. El huevo fecundado se transforma en una abeja hembra, ya sea trabajadora o reina, y el huevo no fecundado en una abeja macho o zángano.

La reina pone los huevos que han de hacer reinas en celdas construidas ex profeso, en las que el huevo se adhiere al techo. En la celda se introduce una cuantía suficiente de jalea real, que tiene una consistencia pastosa, para imposibilitar que las larvas caigan y para alimentarlas.

Las abejas obreras son criadas en celdas mucho más pequeñas, acondicionadas en horizontal. Dado que las futuras obreras reciben jalea real apenas durante los dos primeros días, el establecido contraste anatómico y funcional entre éstas y las reinas apenas puede deberse a la discrepancia de alimentos consumidos durante el periodo larvario. El desarrollo de una reina, desde el huevo hasta el adulto, precisa 16 días, el de una obrera 21 días y el de un zángano 24 días.

Las abejas recolectoras llevan a la colmena el néctar de numerosas flores. Una vez dentro, la abeja regurgita el contenido de su saco para la miel (una dilatación del esófago) en la boca de una trabajadora joven, denominada abeja enfermera, que deposita el néctar en una celda y hace todo lo necesario para transformarlo en miel. Cuando ésta ha crecido, espesándose, se sella la celda con una tapa hermética de cera. Tanto las trabajadoras jóvenes como las antiguas deben acumular miel para el invierno.

El polen penetra en las colmenas adherido a las patas traseras de las abejas recolectoras y es introducido de forma directa en las celdas. El polen traído en una salida específica procede en su mayoría de un único tipo de flor, lo que expresa el rol destacado de la abeja melífera como insecto polinizador. Si volara de una especie a otra, la transferencia de polen sería ineficaz, sin embargo puesto que en cada salida limita sus visitas a las flores de una única especie, actúa como agente de la polinización cruzada necesaria para numerosas diversidades de plantas.

La perfección y el avance organizado de una comunidad de abejas simbolizan un fascinante estudio sobre la estructura social. Los diferentes conjuntos de edades ejercen labores diferentes. Las adultas más jóvenes suelen comenzar a trabajar como limpiadoras y pulidoras de las celdillas. Las labores de las obreras maduras entienden: cimentar el panal, alimentar a cientos de abejas inmaduras, cuidar a la reina, hacer calor y ventilar la colmena y, definitivamente, recolectar néctar, polen y agua. El centro de las actividades es la reina, fuente de feromonas que indican buena parte de la vida de la colonia.

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