Alergia, afección debida a una reacción exagerada del sistema inmunológico (hipersensibilidad) frente a específicas sustancias que son inocuas para la mayoría de las personas. En una reacción alérgica el sistema inmunológico responde ante una sustancia inofensiva como si fuera una sustancia dañina y produce anticuerpos, con el propósito de neutralizarla y resguardar al organismo ante futuras exposiciones. La urticaria, la dermatitis atópica, la rinoconjuntivitis estacional o fiebre del heno, el asma y la anafilaxia son algunos cuadros alérgicos conocidos.
En algunas personas hay una predisposición genética a las alergias. Si uno de los padres es alérgico aumenta el apuro de que alguno de los hijos igualmente lo sea, aunque puede no ser sensible a los mismos alérgenos que el padre. Si ambos padres son alérgicos, el apuro para sus descendientes es aún mayor. Pero, cualquier persona es susceptible de sufrir una reacción de tipo alérgico y de realizar alergias frente a sustancias que antes no producían en ella ninguna reacción anómala. A veces, la respuesta de hipersensibilidad frente a algún alérgeno puede esfumarse de forma natural.
Por lo general, la alergia se manifiesta por primera ocasión durante la infancia y los primeros años de la adolescencia, sin embargo igualmente puede hacerlo después. En alguna ocasión, determinados circunstancias psicológicos, como los conflictos emocionales, juegan un papel significativo en los fenómenos alérgicos, arribando a clasificarse algunas alergias como cambios producidas por el estrés.
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