Adjetivo

Adjetivo, parte variable de la oración que acompaña optativamente al sustantivo en el sintagma nominal, para calificarlo (adjetivo calificativo) o determinarlo (adjetivo determinativo), concordando con él en género, número y en algunas lenguas igualmente en caso. Véase Concordancia.

2 ADJETIVO CALIFICATIVO

En la gramática convencional se le llama nombre adjetivo, y comparte con el sustantivo el género, el número y alguna función gramatical.

2.1 Forma

El adjetivo, desde un enfoque formal, está compuesto por un lexema o raíz, que aporta el significado de la palabra, y unos morfemas que lo completan. Los morfemas son de dos tipos: constituyentes y facultativos.

Los constituyentes u imprescindibles son los gramaticales de género (masculino y femenino) y número (singular o plural). Como el adjetivo calificativo no tiene un género específico, se limita a adoptar el del sustantivo al que acompaña. Puede presentar dos formas: una variable, que ofrece una terminación para el masculino y otra para el femenino, cuya disconformidad es -o/-a, -e/a, ø/a: bueno/buena, rubiete/rubieta, cantarín/cantarina, y otra invariable, cuya única forma sirve para ambos géneros: rebelde, infantil.

Cuando aparecen antepuestos a un sustantivo masculino, algunos adjetivos presentan una forma apocopada: mal asunto / mala noticia. Véase Apócope.

El adjetivo toma el mismo número que el del sustantivo, ya que ha de establecer la concordancia con él. Los adjetivos que en singular acaban en vocal átona forman su plural añadiendo una -s; los que en singular acaban en consonante o en vocal tónica, lo hacen añadiendo -es.

El artículo no es, como ocurre con el sustantivo, un morfema del adjetivo. Si en un sintagma aparecen un artículo y un adjetivo sin ningún sustantivo al que completen, el artículo sustantiva al adjetivo. Véase igualmente Sustantivación.

Los constituyentes facultativos del adjetivo son los prefijos y sufijos, que modifican el significado del lexema. Los sufijos pueden ser: aumentativos, diminutivos y derivativos.

Ejemplos de estudio de adjetivos desde el enfoque formal: Bajito: baj- (lexema), -it- (morfema diminutivo), -o (morfema gramatical de género), -ø (ausencia de morfema gramatical de número).

Mexicanas: Mexic- (lexema), -an- (morfema derivativo), -a (morfema gramatical de género), -s (morfema gramatical de número).

Algunos adjetivos se han formado a partir de palabras antiguas que inicialmente no tenían esta categoría gramatical, ya que eran sustantivos, adjetivos o verbos, sin embargo a las que al agregar a su lexema un morfema derivativo, además de darles éste un nuevo significado, las ha transformado en adjetivos: Colonia, colonial; trigo, trigueño; azul, azulado; amar, amable; oír, oíble. Otros se han formado a partir de dos palabras antiguas: barbilampiño, agridulce.

2.2 Grado del adjetivo

Casi todos los adjetivos (los que indican características o características cuantificables) pueden presentar su cualidad en diferentes grados de magnitud o plenitud para exhibirla tal cual es, para establecer una comparación entre dos elementos o para potenciar al máximo la cualidad del adjetivo.

El grado positivo presenta la cualidad del adjetivo en su término medio, sin ponerla en relación con ninguna otra: alegre, bondadoso. El grado comparativo presenta la cualidad del adjetivo en relación con otra, estableciendo su superioridad (más generoso), equidad (tan amable) o inferioridad (menos rianhelo) con en relación a ella. Más, tan y menos son adverbios, adyacentes del adjetivo al que acompañan; el segundo término de la comparación se establece a través de otros establecidores, los nexos conjuntivos comparativos que y como. El grado superlativo manifiesta la cualidad en su más alto grado, marcando una relación absoluta (superlativo definitivo) a través de:

a) los adverbios muy, sorprendentemente, desmesuradamente, altamente, extremadamente: Muy especial, desmesuradamente preparado.
b) los prefijos archi-, extra-, requete-, super-: Requetelimpio, superinteligente.
c) con los sufijos -ísimo o -érrimo: listísimo, celebérrimo.
d) locuciones adverbiales: la mar de simpático.

El superlativo puede ser igualmente relativo, si manifiesta la máxima cualidad de algo o alguien en relación con otras personas, animales o cosas de un conjunto determinado: Sonia es la más simpática de mis amigas (de superioridad), Juan es el menos complaciente de la clase (de inferioridad). Muy es incompatible con la terminación -ísimo: muy buenísimo.

Procedentes del latín, en español se preservan comparativos y superlativos irregulares que conviven con las regulares correspondientes. De este modo, del bueno nace el comparativo mejor y el superlativo óptimo, que pueden alternar con más malo y muy malo. Los demás comparativos y superlativos irregulares son:

de malo: peor; pésimo
de grande: mayor; máximo
de pequeño: menor; mínimo
de alto: superior; supremo o sumo
de bajo: inferior; ínfimo.

Adicionalmente, existen otros superlativos irregulares, provenientes del latín, de carácter culto o literario, cuyas formas más usadas son:

acre: obstinado
amable: amabilísimo
amigo: amicísimo
antiguo: antiquísimo
hosco: aspérrimo
benévolo: benevolentísimo
célebre: celebérrimo
cierto: ciertísimo o certísimo
inhumano: crudelísimo
devoto: fidelísimo
frío: frigidísimo
fuerte: fortísimo
libre: libérrimo
mísero: misérrimo
noble: nobilísimo
nuevo: novísimo
indigente: paupérrimo
pulcro: pulquérrimo
sagrado: sacratísimo
salubre: salubérrimo
simple: simplicísimo

Estos superlativos presentan otra forma popular o coloquial, como amiguísimo, asperísimo, cruelísimo, integrísimo… Algunos adjetivos tienen formas duplicadas en el superlativo con variaciones fonéticas: bonísimo/buenísimo, fortísimo/fuertísimo, o cambios de grafías: antiquísimo (derivado de antiguo). Potísimo, ‘muy fuerte’ y ubérrimo, ‘muy rebosante y exuberante’ son superlativos cultos, no existen en español adjetivos en grado positivo de los que se hayan formado.

Relacionados con los comparativos y superlativos convencionales están los aumentativos, diminutivos y los despectivos, que establecen igualmente una relativa idea comparativa y que se hallan a medio trayecto entre la flexión y la derivación.

2.3 Función

El adjetivo calificativo puede acompañar a un sustantivo, apareciendo antepuesto o pospuesto a éste, o puede aparecer de forma independiente realizando las siguientes funciones:

a) adyacente: cambiador o adjunto de un sustantivo. Puede aparecer antepuesto o pospuesto a éste: un ‘claro’ día, un niño ‘alegre’.
b) atributo o predicado nominal, si en la oración aparecen los verbos ser o estar: Mis amigas son ‘simpáticas’.
c) predicativo: Vi a Raúl muy ‘enfadado’.
d) núcleo de un sintagma adjetivo: Está ‘lleno’ de alegría.
e) núcleo de un sintagma adjetivo sustantivado: El ‘verde’ me gusta.
f) aposición: mi amigo, ‘radiante por verme’, me abrazó.

En algunos países de América es habitual la adverbialización de los adjetivos: Toca ‘lindo’.

El participio equivale a un adjetivo, por lo cual puede realizar sus mismas funciones. Si el participio conserva su naturaleza verbal puede ir complementado por otras palabras y formar una enunciación de participio.

2.4 Significación

El adjetivo calificativo manifiesta una cualidad del sustantivo al que acompaña o con el que se relaciona. Puede ser especificativo o explicativo. El especificativo es el que delimita (especifica) la significación del sustantivo; aporta una información necesaria, por lo que no se puede derogar sin que varíe trascendentemente el significado de la frase. Suele ir pospuesto al sustantivo: El libro ‘pequeño’ está sobre la mesa. El explicativoo epíteto aporta una información ya conocida e intrínseca al significado del sustantivo; por resultante, si se prescinde de él no se diferencia eminentemente el significado de la frase: Dejó su huella en la ‘blanca’ nieve. Aparece antepuesto al sustantivo.

La posición que ocupa el adjetivo con en relación al sustantivo al cual acompaña suele estar muy conectada con lo semántico. Generalmente se asegura que en español la comunicación verbal goza de una cierta libertad para anteponer o prorrogar el adjetivo al sustantivo conforme su preferencia o intencionalidad: prado verde, verde prado; la hogar alta, la alta casa, sin embargo hay veces en las que la norma impone su anteposición o posposición; así se dice, por ejemplo, mujer comprometida, color azul, cosa dificultado de conquistar. A veces cambia el significado del adjetivo dependiendo de su posición: buen hombre/hombre bueno, indigente hombre/hombre indigente, mala comida/comida mala.

3 ADJETIVOS DETERMINATIVOS

Los adjetivos determinativos acompañan al nombre en el sintagma nominal para actualizarlo: limitan la significación del nombre de varias formas. Si delimitan la significación en el espacio consiste en adjetivos demostrativos, del tipo este, ese, aquel. Si refieren el significado del nombre a las relaciones de posesión, consiste en adjetivos posesivos, del tipo mi, mío, tu, tuyo, su, suyo; las formas breves, que son apocopadas, se emplean apenas antepuestas al nombre; las plenas van pospuestas y tienen un carácter estilístico. Si limitan la significación del nombre y la cuantifican u dictaminan, consiste en adjetivos numerales, del tipo dos, segundo, doble, mitad. Esta clase de adjetivos se ve seriamente discutida por algunas escuelas lingüísticas: las que asienten su existencia distinguen entre numerales cardinales, que dan cuenta de la cuantía, como tres o trescientos; numerales ordinales, los que refieren la significación a un determinado orden, como tercero o tricentésimo. Hay otros tipos de adjetivos determinativos, los que presentan al nombre de forma intencionadamente imprecisa; consiste en los indefinidos, como algún, ningún, todo, cierto o semejante.

Todos los adjetivos determinativos pueden pasar a funcionar como pronombres; a su vez, pueden acompañar a un pronombre conforme adjetivo. A veces un solo nombre puede ir unido por más de un tipo de adjetivos determinativos: las dos iniciales sillas son para esos amigos tuyos. Salvo en un caso así, los adjetivos determinativos se anteponen al nombre; la posposición ofrece oportunidades estilísticas: Este cuadro es de Miró; el cuadro este es de Miró.

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