Textos masoréticos (Biblia)

No existen copias interesantes ni autográficas, sino centenares de manuscritos diferenciados con copiosas versiones alternativas. En consecuencia, todo intento de determinar cuál es el mejor texto de un libro o versículo específicos debe basarse en el trabajo detallado y en el proceso de los especialistas.

Con relación al Antiguo Testamento, la destacada diferenciación es la existente entre las escrituras en hebreo y las versiones o traducciones en otros idiomas antiguos. Las revelaciones más importantes y por lo general más creíbles en hebreo, son las escrituras masoréticos, obra de los eruditos judíos (denominados masoretas) que se encomendaron de la labor de copiar y comunicar con fidelidad la Biblia. Estos eruditos, que trabajaron desde los primeros siglos de la era cristiana hasta la edad media, igualmente insertaron en el texto la puntuación, las vocales (el texto hebreo único contiene apenas consonantes) y múltiples notas. La Biblia hebrea modelo que se emplea en nuestros días es la multiplicación de un texto masorético escrito en 1088. El manuscrito, en forma de códice o libro, se encuentra en la recopilación de la Biblioteca Pública de San Petersburgo. Otro texto masorético, el Códice de Alepo (primera mitad del siglo X d.C.) es el sustrato básico de una nueva publicación del texto que está organizando la Universidad Hebrea de Jerusalén. El Códice de Alepo es el manuscrito más antiguo de la Biblia hebrea íntegra, aunque data de más de un milenio después de que se escribieran las últimas obras escritas bíblicas, y quizá más de 2.000 años tras los primeros.

Pero, se preservan manuscritos hebreos más antiguos —masoréticos y de otra naturaleza— de obras escritas individuales. Muchos de ellos, que datan del siglo VI, fueron hallados a finales del siglo XIX en la guenizá (depósito en el que se guardan los escritos no empleados o desechados para prevenir que se profane el nombre de Dios escrito en ellos) de la sinagoga de El Cairo. Numerosos manuscritos y fragmentos, muchos de ellos de la era precristiana, fueron recobrados en la región del mar Muerto desde 1947. A pesar de que muchos de los manuscritos más importantes son bastante tardíos, en específico las escrituras masoréticas conservan una tradición textual que se remonta a un momento referente a menos de un siglo antes de la era cristiana.

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