Con excepción del oro, la plata es el metal más maleable y dúctil. Su dureza se diferencia entre 2,5 y 2,7; es más dura que el oro, sin embargo más blanda que el cobre. Tiene un punto de fusión de 962 °C, un punto de ebullición de 2.212 °C y una densidad relativa de 10,5. Su masa atómica es 107,868.
A partir del enfoque químico, la plata no es muy activa. Es insoluble en ácidos y álcalis diluidos, sin embargo se disuelve en ácido nítrico o sulfúrico concentrado, y no reacciona con oxígeno o agua a temperaturas ordinarias. El azufre y los sulfuros atacan la plata, y el deslustre o pérdida de brillo se genera por la formación de sulfuro de plata negro sobre la superficie del metal. Los huevos, que contienen una considerable cuantía de azufre como constituyente de sus proteínas, deslustran la plata vertiginosamente. Las pequeñas cuantías de sulfuro que existen en la atmósfera o que se agregan al gas natural doméstico en forma de sulfuro de hidrógeno (H2S), igualmente deslustran la plata. El sulfuro de plata (Ag2S) es una de las sales más insolubles en disolución acuosa, propiedad que se emplea para separar los iones plata de otros iones positivos.
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