África presenta dos zonas distinguidas de fauna: la zona del norte y noroeste, que incluye el Sahara; y la zona etíope, que incluye toda el África subsahariana. La zona norte y noroeste se caracteriza por una fauna semejante a la de Eurasia; abundan ovejas, cabras, caballos y camellos. El arruí, el ciervo rojo africano, y dos tipos de íbice son provenientes de la costa septentrional africana. Los zorros del desierto habitan en el Sahara junto a liebres, gacelas y los jerbos, un pequeño roedor saltador. La zona etíope es famosa por su gran diversidad de animales y aves peculiares. Bosques y praderas están pobladas por copiosas especies de antílopes y ciervos, cebras, jirafas, búfalos, elefantes africanos, rinocerontes, además del babuino y otros monos. Entre los animales carnívoros se hallan el león, el leopardo, el guepardo, la hiena, el chacal y la mangosta. El gorila, el simio más considerable del mundo, habita en los bosques húmedos del África ecuatorial, así como monos, ardillas voladoras, murciélagos y lémures.
La mayoría de las aves pertenece a los conjuntos del Viejo Mundo. La gallina de Guinea es la destacada ave de caza. Las aves acuáticas, en especial los pelícanos, garzas gigantes, flamencos, cigüeñas y garcetas, se reúnen en gran número. El ibis es habitual en la región del Nilo, y el avestruz en África meridional y septentrional. Los reptiles son de origen europeo en su mayoría e incluyen a lagartos, cocodrilos y tortugas. En toda la zona etíope se puede encontrar gran diversidad de serpientes venenosas, como la mamba. Entre las serpientes constrictoras sobresalen las pitones, especialmente en África occidental; la boa constrictor solo habita en Madagascar. Abundan los peces de agua dulce, con más de 2.000 especies conocidas, así como insectos destructivos, en especial mosquitos, hormigas guerreras, termitas, langostas y moscas tsetsé, estas últimas difunden la afección del anhelo a humanos y animales (en el momento en que afecta a estos últimos la afección se llama ‘nagana’).
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