Activo y pasivo, riqueza de una compañía y las deudas que pesan sobre sus bienes. En economía y en contabilidad hay que hacer una distinción fundamental entre variables flujo y variables stock (existencias). Por ejemplo, el ingreso es una variable flujo, por lo que cualquier cifra de ingresos debe referirse a un determinado periodo —la semana, el mes o el año— en el que se explica esa variable. Por el contrario, la variable riqueza se juzga una variable stock. En este supuesto la variable debe constreñirse conforme una específica fecha. En contabilidad las variables stock (como es la riqueza) aparecen en el balance, en el que se redactará en una columna los activos, y en otra columna aparecerán los pasivos. Pero, activos y pasivos dependerán del tipo de compañía.
Por ejemplo, los activos de un individuo incluyen la casa, el mobiliario de ésta, las cuentas corrientes en los bancos, los activos financieros (por ejemplo, las acciones que posea) y el dinero en efectivo. Igualmente se pueden incluir los planes de pensiones que, indudablemente, afectan a la conducta económica de las familias. Igualmente hay pasivos como la hipoteca del hogar o el pago a vínculos del coche o de otros bienes, así como otras imposiciones financieras, como puede ser el pago del impuesto sobre la renta.
Cuando consiste en una compañía, la estructura de sus activos y pasivos es muy diferente. Entre los activos de una compañía sobresalen sus fábricas y maquinaria, sus existencias inventariadas de materias primas y productos semiacabados —esto es, aquellos que aún están sumergidos en el proceso de producción— y los bienes finales pendientes de distribución. Igualmente hay que agregar las deudas pendientes de cobro, por ejemplo, el cobro de bienes vendidos sin embargo no cobrados, o el cobro de intereses por activos financieros. Pero las compañías valdrán más de lo que simboliza la suma de los previos activos porque, por la circunstancia de ser una compañía en funcionamiento, tendrá una clientela fija y un nombre conocido que les asentirá ofrecer más que una recién desarrollada. A este activo intangible se le denomina ‘fondo de comercio’. En la columna donde se evidencian los pasivos en el balance aparecerán las imposiciones que tendrá dicha compañía: pagos a proveedores y otras imposiciones financieras, como por ejemplo es el pago de impuestos. Adicionalmente, en tanto en cuanto haya emitido deudas para conquistar más capital (esto es, bonos que no conforman el capital social o los depósitos que tienen los bancos) adhiere la voluntad de imposiciones para pagar a los tenedores de los bonos o a los propietarios de cuentas corrientes y otros depósitos bancarios.
A partir del enfoque del país, nuevamente, los activos y pasivos serán diferentes. El balance de un Estado no consistirá en la simple suma de los balances de los individuos y las compañías. Entre los activos de un país hay que incluir el capital nacional, como son las edificaciones públicas (bibliotecas, palacios reales, oficinas ministeriales, etcétera), las infraestructuras públicas de transporte o los recursos naturales (minas, bosques, etcétera) que no aparecerán en el balance de ninguna entidad. Igualmente se puede mantener que, puesto que uno de los activos más significativos de un país es su potencial de trabajo, habrá que contabilizar éste de alguna manera. Por supuesto, las imposiciones y pasivos de compañías e individuos de un mismo país se anulan entre sí —la responsabilidad que tiene una persona de pagar específica cuantía a otra será un activo de esta última. Pero un país puede contar con activos (físicos o financieros) en otro país y los extranjeros pueden poner igualmente de activos en el país (físicos o financieros). Por lo tanto, la riqueza nacional habrá de considerar los pasivos netos de un país frente a otros.
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