Aladino, en árabe Alâ’-ad-Dîn, es el héroe de Aladino y la lámpara prodigiosa, cuento popular del libro de Las mil y una noches. En la mayoría de las versiones del cuento, Aladino es el hijo perezoso de un indigente sastre chino. Tras el fallecimiento de su padre conoce a un mago que, haciéndose pasar por su tío, lo persuade para que lo auxilie a retomar una lámpara prodigiosa que se encuentra escondida en una cueva. Como Aladino no alcanza proporcionar la lámpara al mago antes de salir de la cueva, este se enfurece y lo deja allí para que se muera. En su desgracia, Aladino llora y se retuerce las manos, con lo que alcanza liberar al genio encerrado en un anillo que el mago le había dejado. El genio, a su vez, libera a Aladino, quien pronto averigua que, si se la frota, la lámpara igualmente convoca genios fuertes dispuestos a conferirle cualquier anhelo. De este modo, en el momento en que regresa el mago y su hermano, con la tentativa de robarle la lámpara, Aladino acude a sus genios defensores y derrota a ambos contrincantes. El héroe acaba siendo inmensamente rico y casándose con la hija del sultán, vive una vida larga y radiante y, definitivamente, sucede al sultán en el cetro.
El cuento de Aladino evidencia las peculiaridades formales, estilísticas y funcionales del Märchen, o cuento mágico, esto es, aventuras, abundancia de elementos sobrenaturales y exiguo realismo, múltiples capítulos, junto a un claro interés de entretenimiento. Al igual que en los cuentos de hadas, ilustra asuntos como el conflicto entre el bien y el mal y el triunfo de los débiles sobre los fuertes. El escritor francés del siglo XVIII Antoine Galland incorporó la historia de Aladino en su traducción de Las mil y una noches. El texto de Galland derivaba de tradiciones orales árabes (seguramente sirias), y el cuento aún hay entre las narraciones conocidos árabes. La versión literaria de la historia de Aladino es conocida en la totalidad del mundo, en especial en Europa y América, y ha servido de inspiración a numerosas obras artísticas. El escritor danés Adam Gottlob Oehlenschläger compuso, siguiendo la técnica de Ludwig Tieck, el texto dramático Aladino o La lámpara prodigiosa. Entre otros compositores, Carl Nielsen es autor de una música escénica para la obra de Oehlenschläger. Igualmente se han formado varias óperas inspiradas en la leyenda de Aladino.
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