Aguja, utensilio pequeño y puntiagudo que se emplea para coser, bordar, tejer y otras labores de confección. Es una de las iniciales herramientas empleadas; producidas de hueso, espinas y, después, de hierro, se usan desde hace más de 20.000 años.
Se considera que eran los chinos los primeros en emplear agujas de acero, y que los árabes se encomendaron de llevarlas a Europa. En 1370 había significativos fabricantes de agujas en Nuremberg, Alemania. A lo largo del reinado de Isabel I de Inglaterra (1533-1603), muchos pequeños talleres comenzaron a hacer agujas. En 1650 la fabricación de agujas para coser a mano constituía una industria significativa en Inglaterra. Estas agujas no tenían ojo para enhebrar el hilo; en su lugar tenían un pequeño gancho o una cabeza para atarlo.
Desarrollos siguientes supusieron agregar el ojo a la aguja y la invención de maquinaria para su fabricación. Una de estas máquinas, presentada en 1785, producía una varilla de la que se obtenían dos agujas. Las iniciales agujas con ojo estampado se fabricaron en 1826 con una máquina estampadora, sin embargo hasta 1885 no se desarrolló absolutamente el proceso mecánico para la producción de agujas.
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