Acueducto de Segovia

Acueducto de Segovia, obra civil para conducir agua a la ciudad de Segovia (España), construida por los romanos a mediados del siglo I d. C., durante el mando del emperador Claudio I. Se considera una de las muestras más importantes del arte romano en España, obra del arquitecto Cayo Julio Lacer, que erigió en la misma etapa el puente de Alcántara. Pero, algunos de sus arcaísmos constructivos han llevado a algunos entendidos a datarlo en el periodo de la Roma republicana. El agua procede de la sierra de Guadarrama, a unos 15 kilómetros de Segovia, donde se recoge en un arca sedimentadora. Desde allí parten las arquerías monumentales, que alcanzan una longitud de 958 m y una altura máxima de casi 28 m. La obra está compuesta por 166 arcos de una luz de unos 4,5 m, repartidos en cinco tramos, de los que el segundo y el tercero fueron reconstruidos a finales del siglo XV y en el siglo XIX. El canal superior descansa sobre dos arquerías superpuestas que salvan el desnivel del terreno a través de 43 arcos en el nivel inferior y 123 en el superior. El conjunto, edificado con grandes sillares de granito sentados a hueso, está sustentado por grandes pilares de planta rectangular. De este modo se alcanza una visión frontal muy esbelta, aumentada gracias al escalonamiento en altura. En el punto más alto, los pies derechos que sustentan la arquería inferior reciben un volumen troncopiramidal, interrumpido por líneas de imposta de modulación sencilla. Sobre los cuatro arcos centrales de la serie inferior corre un sotabanco donde figuraba una inscripción conmemorativa, hoy en día oculta. En los frentes superiores del pilar central, un poco más anchos que el resto, se abren dos nichos rectangulares para estatuaria. El acueducto fue manifestado Patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1985.

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