Abeja melífera africanizada, diversidad de abeja melífera conseguida por hibridación con abejas melíferas africanas introducidas en el hemisferio occidental. Son especialmente conocidas por su conducta defensiva, ya que atacan a los supuestos intrusos mucho más sencillamente que la abeja melífera europea común (por esta razón se les conoce con el nombre de ‘abejas asesinas’).
Las abejas reina africanas fueron importadas por científicos brasileños en la década de 1950 con el propósito de hacer una abeja melífera mejor adaptada al clima tropical. Algunos enjambres huyeron. Dado que se encontraban bien adaptados para la supervivencia en los trópicos y que carecían de competidores, su población creció de forma descontrolada y comenzaron a vencer en una zona cada vez mayor de América Latina; ampliando su distribución a un ritmo de hasta 500 kilómetros al año, ya que los enjambres recorrían grandes distancias. En la década de 1980, las abejas africanas habían acudido a América Central y no demoraron en colonizar México. En 1990 llegó a Estados Unidos el primer enjambre (Texas); Nuevo México y Arizona fueron colonizados en años posteriores. En noviembre de 1994 se detectó un enjambre en California.
En apariencia las abejas consiguieron un límite climático en su divulgación hacia el Sur en el centro de Argentina y se espera que encuentren un límite parecido en su divulgación hacia el Norte, quedando restringidas a los estados costeros y del sur de Estados Unidos. Se han hibridado hasta cierto punto con poblaciones de abejas salvajes y de colmena europeas, motivo por el que suele llamárselas ‘africanizadas’ en lugar de ‘africanas’. Pero, conservan numerosas de las características interesantes de la abeja africana. Entre ellas están el crecimiento veloz de la población, la formación frecuente de enjambres, una aglomeración mínima de miel y la aptitud de pervivir con recursos florales exiguos (polen y néctar), además de su conducta muy defensiva. Pueden llegar a dominar las colmenas de la abeja melífera europea por invasión directa, sin embargo casi siempre lo hacen por variación genética gradual a lo largo de varias concepciones.
La abeja melífera africana es más difícil de manejar que la europea y produce menos miel. Muchos apicultores latinoamericanos han quebrado por no poder imposibilitar la africanización de sus colmenas. A pesar de que no se considera que tenga gran impacto en Estados Unidos, una reducción en el número de colmenas de abejas melíferas podría poner en peligro la agricultura y la industria de la polinización locales. La africanización de las colmenas puede prevenirse introduciendo en ellas reinas europeas todos los años. En Estados Unidos ha producido cierta alarma la supuesta amenaza de las ‘abejas asesinas’. Es cierto que las abejas africanizadas han cometido aumentar el número de fallecimientos producidas por picadura de abeja en México, Argentina y seguramente en otros países. En Estados Unidos, aunque el número de personas picadas por abejas ha ido en incremento desde 1990, no se ha inscrito incremento alguno en el número de fallecimientos por picadura de abeja. La abeja melífera africanizada apenas simboliza una amenaza real para la apicultura, por la publicidad negativa que supone.
Clasificación científica: las abejas melíferas africanizadas se juzgan híbridos de abejas melíferas africanas, Apis mellifera scutellata, y múltiples subespecies de abejas melíferas europeas. Pertenecen a la familia de las abejas, Apidae, orden Hymenoptera.
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