Historia geológica de Asia

Al contrario que en otros continentes, el interior de Asia está formado por montañas, mesetas y depresiones estructurales intermedias. El núcleo montañoso, localizado al sur del centro geométrico del continente, está integrado por el Himalaya y sus cordilleras asociadas, y por la meseta del Tíbet. Alrededor de este núcleo central hay cuatro importantes regiones mesetarias (Siberia, China occidental, India meridional y la península Arábiga) y varias grandes depresiones estructurales y llanuras fluviales (como es el caso de Arabia).

Según la teoría de la tectónica de placas, la superficie de la corteza terrestre está formada por monumentales placas continentales y oceánicas, que en su mayoría están en continuo movimiento. De ellas, la más grande es la placa continental euroasiática. Partes de esta placa están compuestas por algunas de las rocas más antiguas encontradas en la Tierra, las de la era precámbrica (desde hace 4.650 millones de años hasta hace 570 millones), que actualmente se hallan en el escudo de Angará, en Siberia oriental, en gran parte de la península Arábiga, y al sur de la India, en la placa indo-gangeática.

A lo largo de la mayoría del paleozoico y el mesozoico (desde hace 570 millones de años hasta hace 65 millones de años), un extenso mar, conocido como el mar de Tetis, cubría una gran parte del interior de Eurasia y extendió espesos depósitos que con el tiempo se transformaron en filas sedimentarias y metamórficas. Hace 30 millones de años en torno a, el subcontinente indogangeático, que se había desgajado del Sureste asiático y derivaba hacia el Noroeste, inició a presionar por debajo de la placa continental euroasiática y creó una grande fosa que, después, cubierta de sedimentos, formó la placa indogangeática. Paralelamente, provocó una tremenda presión que hizo que el margen meridional de la placa continental euroasiática se plegara en una serie de cadenas montañosas, de las cuales el Himalaya es la más eminente.

La teoría de la tectónica de placas igualmente ayuda a esclarecer la formación arqueada de las cordilleras, penínsulas y archipiélagos de Asia, así como la inestabilidad volcánica y tectónica de Asia meridional y del Sureste asiático. Al este de Asia, la fuerza primigenia fue producida por la placa del océano Pacífico, que en su movimiento hacia el Oeste empujó por debajo la placa continental euroasiática. Japón, Taiwan, las islas Kuriles, el archipiélago Ryūkyū y las islas Filipinas son producto de estas fuerzas. En el Sureste asiático, la situación se dificulta con los movimientos relativos de las placas de los océanos Índico y Pacífico; este movimiento ayuda a esclarecer la formación de las zonas montañosas, en dirección norte-sur, de la tierra firme del Sureste asiático y la actividad volcánica que caracteriza a la mayoría del archipiélago indonesio.

— 2.258 visualizaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *