Las actividades culturales en las distinguidas capitales provinciales han aumentado desde la constitución de la autonomía. En Valladolid se celebra anualmente la Semana Internacional de Cine, al igual que la Muestra Internacional de Teatro, la Muestra de Danza y desemejantes actos asociados a la actividad de su universidad. Medina del Campo y su castillo de la Mota, Simancas, Tordesillas y la Universidad de Salamanca destacan por su variada oferta cultural y artística. El canto gregoriano de los monjes del monasterio de Santo Domingo de Silos ha conseguido fama mundial. Las procesiones de Semana Santa, especialmente las de Zamora, Salamanca y Valladolid, destacan por el valor de las piezas de imaginería que en ellas se exhiben.
Arte
Del medio millar de castillos y fortalezas que hubo en estas tierras, pocos han sobrevivido al paso del tiempo. Gracias a la labor de conservación y de conversión para uso público desarrollada en la segunda mitad del siglo XX puede dialogarse, entre otras, de una ruta de los castillos por tierras de Valladolid, Ávila y Segovia. Entre los más insignes se hallan indudablemente los vallisoletanos de Simancas, que alberga el Archivo General de la Corona de Castilla; el antiguo palacio mudéjar transformado en el Real Monasterio de Santa Clara, en Tordesillas; el castillo de Torrelobatón; el de Peñadevoto; y el castillo de la Mota, en Medina del Campo; así como el abulense de Arévalo, igualmente mudéjar; o el imponente castillo de Coca, en la provincia de Segovia.
La arquitectura románica se evidencia en importantes monumentos religiosos, como la palentina iglesia de San Martín de Frómista, la basílica de San Isidoro de León, el burgalés claustro del monasterio de Santo Domingo de Silos o la iglesia soriana de San Miguel en San Esteban de Gormaz. Igualmente de este estilo son las murallas de Ávila, los monasterios de Santa María de la Huerta (Soria) y de las Huelgas Reales (Burgos). A medio trayecto del gótico están la catedral de Zamora, la catedral antigua de Salamanca y la vallisoletana colegiata de Santa María, en Toro.
La catedral de León y la catedral de Burgos comenzaron a cimentarse en el siglo XIII de conformidad con las nuevas tendencias artísticas del gótico, al igual que las de Burgo de Osma, Palencia, Astorga o Segovia. El estilo Reyes Católicos transformó el aspecto de la ciudad de Valladolid, y buena muestra son el convento de San Pablo o el colegio de San Gregorio (actual sede del Museo Nacional de Escultura), al igual que la Cartuja de Miraflores, en Burgos, o el monasterio de Santo Tomás, en Ávila. Al gótico mudéjar pertenecen el ya aludido Real Monasterio de Santa Clara, en Tordesillas; el de San Pedro de las Dueñas y la Casa del Cordón, en Burgos, o el hogar de las Conchas, en Salamanca.
En el renacimiento se cimentaron la fachada de la Universidad de Salamanca, el convento de San Marcos de León y la catedral de Valladolid, junto a copiosas casas señoriales en los núcleos urbanos de Ávila, Segovia, León o Ciudad Rodrigo.
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