Eduardo I (de Inglaterra)

Eduardo I (de Inglaterra) (1239-1307), monarca de Inglaterra (1272-1307), miembro de la Casa de Plantagenet. Nació en Westminster el 17 de junio de 1239. Era el hijo mayor del monarca Enrique III. A los quince años se casó con Leonor de Castilla. Eduardo sostuvo una posición vacilante durante el combate que los barones mantuvieron contra la Corona, puesto que éstos solicitaban una serie de reformas constitucionales y eclesiásticas. Pero en el momento en que detonó el conflicto bélico entre el Rey y la nobleza, Eduardo combatió al lado del Monarca y recibió el combate decisivo de Evesham en 1265. Cinco años después dejó Inglaterra para acoplarse a la séptima Cruzada. Fue admitido como monarca al fallecimiento de su padre, ocurrida en 1272, por los nobles ingleses, en el momento en que aún se encontraba en el extranjero. A su retorno, en 1273, fue coronado.

Los cinco primeros años del reinado de Eduardo fueron una etapa en el cual se afianzó su autoridad. Atajó la corrupción en la administración de justicia, restringió la jurisdicción de los tribunales eclesiásticos a los asuntos de la Iglesia, y abolió el señorío del Papado sobre Inglaterra.

La negativa del gobernante de Gales Llewellyn ap Gruffydd a someterse a la Corona inglesa forzó a Eduardo a comenzar un conflicto bélico que concluyó en 1284 con la anexión del principado de Llewellyn a la soberanía inglesa. En 1290 Eduardo expulsó a los judíos de Inglaterra. La guerra entre Francia e Inglaterra detonó en 1293 como consecuencia de los intentos franceses para poner freno al poder de Eduardo en Gascuña. Eduardo perdió este territorio en 1293 y no consiguió reembolsar la posesión del mismo hasta 1303. El mismo año que perdió Gascuña los galeses se sublevaron.

Más grave aún que todos esos conflictos, fue el de la resistencia nacional de Escocia. Al sentenciar actuar como árbitro entre los pretendientes al cetro escocés en 1291, Eduardo solicitó como condición previa el reconocimiento de su dominio en Escocia por todos los candidatos a su cetro. Después, los escoceses le despreciaron y sellaron una alianza con Francia en contra de Inglaterra. Para solucionar las críticas circunstancias en Gales y Escocia, Eduardo convocó un parlamento, denominado el Parlamento Modelo por los historiadores porque estuvo formado por un conjunto característico, configurando un precedente para todos los parlamentos futuros. Eduardo se aseguró el amparo del Parlamento en su país, se puso en marcha y sofocó la insurrección galesa. En 1296, se autoproclamó monarca de Escocia tras invadir y apresar este territorio. Pero, en 1298 tuvo que intervenir de nuevo para reprimir la sublevación dirigida por sir William Wallace. A pesar de su gran conquista en el combate de Falkirk en 1298, Eduardo no pudo terminar con la disconformidad escocesa.

El sometimiento de Escocia constituyó el ímpetu de su vida. Pero, fue empujado por la nobleza, por el clero y por los comunes a abandonar en su intento de aumentar de forma arbitraria los impuestos para financiar sus campañas militares. En 1299 Eduardo firmó la paz con Francia y contrajo casamiento con Margarita, la hermana del monarca francés Felipe IV el Hermoso. De este modo, liberado de este conflicto, intentó de nuevo la conquista de Escocia en 1303. Wallace fue capturado y producido en 1305. Pero, casi simultáneamente, tras dejar Eduardo establecido su gobierno en Escocia, detonó una nueva rebelión que terminó con la coronación de Roberto I Bruce como monarca de Escocia. En 1307, Eduardo se dispuso a someter a los escoceses por tercera vez, sin embargo falleció el 7 de julio de 1307 en el momento en que se encontraba en marcha, cerca de Carlisle.

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