Alfabeto: alfabeto árabe

Igualmente tiene su origen en el semítico y quizá surgiera en torno al siglo IV de nuestra era. Lo emplearon las lenguas persa y urdu, y es a su vez la escritura que emplea la totalidad del mundo islámico: Oriente Próximo, algunos países asiáticos, africanos y del sur de Europa. El árabe se escribe con dos modalidades, la cúfica, de tipos más estrictos, delineados y fijos, que se atestigua hacia finales del siglo VII, y la násquica, forma cursiva, antecedente de la escritura árabe moderna. Prácticamente carece de vocales, como el alfabeto hebreo: de las 28 letras que tiene, únicamente tres se emplean para las vocales largas; las demás vocales se representan a través de marcas diacríticas. La cuestión que se propone se fundamenta en conocer si los diversos alfabetos de la India y los del Sureste asiático proceden del alfabeto semítico, o si por el contrario consiste en formas autónomas. Uno de los más atrayentes y divulgados, el devanagárico, en el que se escribe el sánscrito y otras lenguas de la India, es una amalgama ingeniosa entre silabario y alfabeto. Sea cual sea el origen del alfabeto devanagárico, lo que parece claro es que ha sido el antecedente de otras escrituras como el tamil, el bengalí, el telugu, el cingalés, el birmano, y el siamés o taí.

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