Agutí, nombre común que comprende diferentes especies de roedores que habitan en regiones boscosas desde el sur de México hasta Paraguay y Brasil, así como las Antillas. Son animales del tamaño de un conejo, y las especies más grandes pueden tener un cuerpo que oscila entre 42 y 62 cm de longitud; dos tipos diferentes de agutí, denominados acuchís, son algo más pequeños. Las orejas son cortas y tienen la cola tan corta que apenas se ve; el pelo es suave, de color dorado o rojizo. A primera vista, el agutí recuerda a un conejillo de Indias sin embargo aquél es más delgado, con las patas más largas y, por resultante, capaz de correr vertiginosamente. Estos animales viven en madrigueras subterráneas de las que pueden salir a lo largo del día, si bien en zonas de penetrante actividad humana reciben hábitos nocturnos. Igualmente pueden dormir en agujeros de troncos entre la vegetación densa o entre las raíces de los árboles. Se alimentan de hojas verdes, raíces y fruta caída en la tierra; una especie en específico igualmente come cangrejos. El agutí se caza en determinados enclaves por causa de que su carne es comestible; sin embargo, en algunas zonas agrícolas se mata en grandes números, ya que puede provocar un gran daño a las cosechas. Pese a todo, el agutí se reproduce vertiginosamente y una hembra, como norma general, tiene una o dos camadas (de una a tres crías cada una) al año. Con los ojos abiertos y el cuerpo absolutamente recubierto de pelo, el joven agutí puede ya correr y es más independiente que la mayoría de las crías de otros mamíferos.
Clasificación científica: el agutí pertenece a la familia de los Dasipróctidos. Esta familia está constituida por dos géneros: Dasyprocta y Myoprocta. En general, los vocablos agutí, acuchí, cutia, cotiará y otros, son variaciones de nombres amerindios que se usan en diferentes regiones de América Latina.
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