Ageo

Ageo, uno de las 12 obras escritas proféticos conocidos como Profetas Menores, por causa de su brevedad. Nada es sabido sobre la vida y la personalidad del profeta Ageo, a quien se atribuye la obra. Algunos especialistas han sugerido que el libro fue compuesto por un discípulo anónimo de Ageo. Esta opinión se centra especialmente en la impersonalidad de las alusiones a Ageo en tercera persona, y en las descripciones del mismo como ‘el profeta’.

La profecía de Ageo fue pronunciada en el 520 a.C., un año de plagas, sequía e insatisfacción generalizada de los exiliados que terminaban de retornar a Jerusalén provenientes de Babilonia. El profeta atribuye estos males a la dilación en la restauración del Templo. Declara que Dios les está castigando por ocuparse en ornamentar sus propios hogares antes de terminar el hogar del Señor e insta a Zorobabel, administrador de Judá, y a Josué, sumo sacerdote, a citar al pueblo para la realización de su labor destacado (capítulo 1). Las obras se reanudan un mes después, sin embargo muy pronto es necesario regresar a animar a la gente. Ageo les convoca por segunda vez profetizando que el espíritu de Dios estará junto a ellos, que Dios les traerá plata y oro ‘de todas las naciones’ y que llenará el nuevo Templo con su reputación (2,1-9).

El libro concluye con dos profecías más pronunciadas en el momento en que el año ya se halla muy avanzado. La primera (2,10-19) cuestiona a los sacerdotes en relación a los rituales puros e impuros en el Templo, condena a específicas personas —seguramente los samaritanos— por sus tradiciones licenciosas. La segunda profecía (2,20-23) augura un día en que todas las naciones paganas serán destruidas.

El valor histórico de Ageo arraiga en la descripción de la etapa inminentemente siguiente al exilio, narrada de forma sucinta en relación a las obras escritas más largos de Esdras y Nehemías. En el Nuevo Testamento, Ageo y el breve Libro de Zacarías echan la única luz sobre este significativo, aunque bastante ignorado periodo. La relevancia religiosa de Ageo arraiga en el énfasis puesto en la restauración del Templo en Jerusalén y en la reinstauración en él de los rituales apropiados, sin los cuales se hubiesen perdido antiguas convicciones y prácticas del judaísmo.

— 54 visualizaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *