Aerógrafo

Aerógrafo, instrumento de dibujo para el pulverizado de tintas líquidas. Consta de una pistola que presenta la boquilla pulverizadora, el control de presión y el depósito de tinta, y de un compresor eléctrico que genera el aire comprimido, conectados por un tubo de goma.

Existen diversos tipos dependiendo del tamaño de la boquilla, calibrada en décimas o centésimas de milímetro; los más habituales son de 0,15 mm, de 0,3 mm y de 0,5 mm. Se puede pulverizar cualquier tinta al agua, como la acuarela, la tinta china, la témpera o el acrílico. El dibujo se suele realizar con la ayuda de plantillas o máscaras para delimitar las extensiones de relleno, aunque igualmente se pueden pintar detalles o brillos controlando la presión de la pistola.

El aerógrafo, hermano menor de los pulverizadores de pintura industrial, inició a emplearse como instrumento gráfico en el mundo de la publicidad y el diseño por la perfección de su finalizado (que a veces resulta desmesuradamente artificial) y la ocasión de manchar grandes superficies homogéneas. Gracias al Pop Art, sin embargo, ingresó en el mundo del arte, donde hoy, desplazado del diseño gráfico por los medios informáticos, preserva una mayor vigencia.

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