Hábitos sociales en Paraguay

Los gestos españoles, como ¡Mucho gusto!, se usan asiduamente con los extraños o en circunstancias formales. Los conocidos suelen utilizar gestos en español menos formales como Hola, ¿cómo estás?, sin embargo los amigos y parientes prefieren los gestos en guaraní. La frase más común es Mba’eixapa?, que significa ‘¿Cómo estás?’. La respuesta suele ser ¡Iporã! (Muy bien), junto a frecuentemente por un gesto de los pulgares hacia arriba. En el campo es normal gritar Adiós a un amigo que pasa por delante de la propia casa.

Excepto en el lugar de trabajo, los hombres y las mujeres siempre se dan la mano para cumplimentar, aunque sea la segunda o la tercera vez que se ven en el día. Cuando una mujer o un hombre cumplimentan a una amiga por primera ocasión en el día es habitual que se besen en ambas mejillas además de darse la mano. Entre las mujeres de las extensiones rurales es más habitual que se den palmaditas en el brazo en lugar de besos. Al ausentarse, lo más frecuente es que las personas empleen la misma fórmula que al encontrarse.

A los hombres urbanos una persona se debe conducir respetuosamente por el apellido, unido numerosas veces de don. Para las mujeres, es habitual utilizar doña con el nombre. Los títulos profesionales igualmente se emplean como muestra de respeto. Los jóvenes se llaman por sus nombres de pila. En las extensiones rurales, los campesinos suelen denominarse por sus nombres antecedidos por las palabras Na o Karai para las mujeres y los hombres, respectivamente. Los paraguayos tienen tradición de cumplimentar a las personas mayores, a quienes expresan su respeto reuniendo las manos en conducta de orar y aguardando a ser sacralizados.

Los paraguayos se visitan con frecuencia, por lo general sin comunicarse anticipadamente. Se suelen brindar refrigerios tales como refrescos (en la ciudad), café, zumo o agua, y si los anfitriones están comiendo o bebiendo tereré (infusión), se puede invitar a los visitantes a repartirlos. En otras ocasiones, el tereré sólo se ofrece a una visita inadvertida si el anfitrión quiere que se quede un rato. El mate suele beberse de un guampa común (un recipiente suceso de madera, cuernos del ganado o esquinazo) a través de una bombilla (canutillo de metal para sorber). El anfitrión se lo pasa a una persona que, tras beber, se lo repone para que organice otra porción para el próximo contertulio. Estas infusiones forman parte de la cultura local desde hace cientos de años.

En las extensiones urbanas es común que se invite a los amigos a una comida, mientras que en el medio rural sólo se invita en ocasiones especiales. Los paraguayos no se preocupan mucho por la puntualidad, y no les importa si los invitados llegan tarde. Algunas personas llevan de regalo vino o cerveza en el momento en que los invitan a cenar.

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