Álcali

Álcali, sustancia que produce iones hidróxido, OH-, al desintegrarse en agua. El término procede del árabe al-qili, “cenizas de la planta de almajo”, que hacía referencia a los hidróxidos y carbonatos de potasio y sodio, lixiviados de las cenizas de aquella planta. Actualmente, este término igualmente se aplica a los hidróxidos de amonio (NH4+) y otros metales alcalinos, y a los hidróxidos de calcio, estroncio y bario. Los carbonatos y el hidróxido de amonio apenas suministran concentraciones moderadas de iones hidróxido y se llaman álcalis débiles. En cambio, los hidróxidos de sodio y potasio producen iones hidróxido en concentración suficientemente alta para destruir la carne; por esta razón se llaman álcalis cáusticos. Las disoluciones de álcalis colorean de azul el tornasol rojo, neutralizan los ácidos, tienen un tacto jabonoso y son conductores eléctricos.

El hidróxido de sodio (sosa cáustica), NaOH, es un producto comercial significativo que se usa para hacer jabón, rayón y celofán. Igualmente se emplea para procesar pasta de papel, en las refinerías de petróleo, y para hacerse con otros productos químicos. Se fabrica especialmente a través de la electrólisis de una separación de sal común, dando lugar a hidrógeno y cloro como subproductos significativos.

El carbonato de sodio, Na2CO3, cuyas disoluciones son álcalis débiles por hidrólisis, se toma de depósitos naturales o a partir de disoluciones de sal común por el proceso Solvay. Se usa para hacer vidrio, como agente de limpieza y para ablandar el agua.
Actualmente, el término álcali está siendo reemplazado por el de base.

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