Existen tres tipos de pausas métricas que, por lo general, deben concordar con las gramaticales. La pausa mayor es la que se efectúa al final de la estrofa o de una etapa importante de la misma. La pausa media se realiza en la mitad de estrofas simétricas como la octava y reclama, por consiguiente, que el sentido sea completo. La pausa menor indica el final del verso o de cada hemistiquio (cesura) en el momento en que los versos son formados. Si hay encabalgamiento, esto es, el sentido de un verso se completa sólo en el próximo, la pausa de final de verso es menos nítida. Igualmente puede existir encabalgamiento entre estrofas, especialmente si éstas son cortas. La poesía contemporánea ha desafiado no únicamente las convenciones de la norma convencional, sino igualmente, en ocasiones, el propio criterio de la respiración del poema, con lo que se transgreden incluso barreras morfológicas y relativas a la sintaxis:
En el camino su y siguiendo: sin cesar
y salgo y entro
y siguiendo
su
susúrrame: —lo que está unido
susúrrame: —lo que está entero
y siguiendo…
(Leónidas Lamborghini)