Estructuralmente, el sistema montañoso alpino está dividido en Alpes occidentales y Alpes orientales, por causa de un gran surco que ocupa el valle del Rin en el norte de Suiza, pasa el puerto Splügen y alcanza el lago Como en el norte de Italia. Los Alpes occidentales son más estrechos y accidentados que los orientales, y superan su altitud media en unos 1.000 m. El pico más alto de los Alpes es el Mont Blanc (4.810 m), ubicado en el límite franco-italiano. En Francia e Italia las primordiales ramificaciones son los Alpes Marítimos, Ligures, Cocios y Grayos, y en Suiza los Alpes Berneses, Glaris y Peninos (o Valais). La cordillera del Jura es una prolongación hacia el noroeste de los Alpes franceses. Las cordilleras alpinas se curvan hacia el noreste a partir del lago Léman, donde se separan cada vez más hasta alcanzar una anchura de 250 kilómetros en el centro del arco. Las cordilleras de los Alpes orientales acaban separándose y se precipitan hacia la cuenca del Danubio cerca de Viena. Las cadenas montañosas más significativas de los Alpes orientales son los Alpes Bávaros, Allgäu, Hohe Tauern y Niedere Tauern en el norte, y los Alpes Dololegendarios y Alpes Cárnicos en el sur.
Los glaciares se sitúan en las regiones que superan los 3.000 metros de altura. Pero, los picos y crestas se elevan por encima del hielo presentando formas muy desiguales (terminaciones puntiagudas y afiladas). Aproximadamente el 2% de la superficie total de los Alpes está helada. El Aletsch, con 18 km, es el glaciar de mayor longitud y se encuentra en los Alpes Berneses.
Los cursos del alto Ródano, el alto Rin y de los ríos Inn, Salzach, Mur y Drau (Drava) abren amplios y intensos valles longitudinales que rompen la uniformidad de los Alpes y albergan las primordiales poblaciones y vías de comunicación. Los valles transversales surcados por los afluentes unen diferentes regiones. Las elevaciones y puertos por encima de los 2.000 metros quedan bloqueados por la nieve a lo largo de los meses de invierno; entre ellos se hallan el monte Cenis y los puertos de Gran San Bernardo, Simplon y San Gotardo. El paso de Brennero, a 1.370 metros de altitud, y el paso Reschen, a 1.508 m, son los más fáciles de atravesar. Los logros de la ingeniería, como la construcción de túneles con carreteras y vías férreas en los puertos más elevados, han ganado disminuir el efecto barrera de los Alpes.
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