
La escultura gótica

La escultura continuó el precedente románico, con una holgada divulgación de imágenes cuyo fin era adoctrinar a los devotos en los dogmas de la fe religiosa y ornamentar las fachadas de las catedrales. La escultura de los siglos XII y fundamentos del XIII tuvo un carácter preponderantemente arquitectónico. Las figuras más importantes son las estatuas grandiosos de las jambas (pilastras laterales) de las portadas y las de los parteluces de los vanos de entrada. Reciben el nombre de estatuas-columna por estar adosadas a estos soportes. A veces, la estatua-columna tiende a liberarse del marco arquitectónico, como si fuera una escultura exenta o de bulto redondo.