
Las consecuencias de los terremotos están asociadas a los grados de intensidad en la escala de Richter. Cada año aproximadamente se producen 300,000 sismos en toda la superficie con escalas entre 2 y 2,9 grados. Los terremotos de mayor intensidad de aproximadamente 8 grados se producen en períodos que oscilan entre 5 y 10 años.
De este cuadro se puede establecer un entendimiento de las diferentes sociedades que están en riesgo, por más que tratan de predecir no es posible determinar cuándo y dónde ocurrirá un terremoto, ya que puede ocurrir en cualquier lugar, sin tener en cuenta la intensidad.
- Menos de 3,5 grados: terremoto que se pueden registrar, pero difícil de percibir, en este caso no causa daño.
- 3,5 a 5,4 grados: el temblor se puede percibir, pero es poco probable que cause destrucción.
- Menos de 6.0 grados: terremoto capaz de producir daños graves a los edificios pequeños o edificios de pobre calidad y daños leves al resto de edificios.
- 6,1 a 6,9 grados: desprende una cantidad de energía que puede crear el caos y daños en un área de 100 km alrededor del epicentro.
- 7 a 7,9 grados: energía de alto potencial en libertad que puede afectar a los cimientos de edificios y causar grietas en la superficie, dañando los sistemas de agua y alcantarillado que están bajo tierra y produciendo su ruptura.
- 8 a 8.5 grados: temblor grande de lo que se deriva una gran destrucción en los edificios en general y puentes en ruinas donde casi ninguna construcción es capaz de soportar la energía liberada.
- 9 grados: destrucción total.
- 12 grados: (hipotéticamente) podría romper la Tierra por la mitad.