Diptongo es el núcleo de una sílaba compuesta, formada por dos vocales, una abierta (a, e, o) y otra cerrada (i, u) o dos cerradas: fuero, hierro, cuyo valor a efectos fonéticos es el de una única vocal. Las combinaciones de vocales que puede adoptar un diptongo son las posteriores:
Creciente o ascendente con vocal i: ia; ie; io, tapia, pie, novio.
Creciente o ascendente con vocal u: ua; ue; uo: yegua, huelo, fatuo.
Deascendente o descendente con vocal i, ai (ay); ei (ey); oi; (oy), naipe, peine, hoy.
Deascendente o descendente con vocal u: au; eu; ou, incrementar, Europa, bou.
Homogéneo o neutro: iu; ui (uy), ciudad, cuidado.
En los dos primeros tipos, el núcleo silábico está constituido por la vocal abierta; en el tercero, tanto i como u pueden ser núcleo o satélite, dependerá de dónde recaiga la mayor vehemencia al pronunciar la sílaba. En los diptongos ascendentes las vocales cerradas son semiconsonantes; en los deascendentes son semivocales. A estas articulaciones castellanas que tienen al mismo tiempo características vocálicas y consonánticas se las denomina yod (la i de un diptongo o triptongo, cuya pronunciación es más cerrada y breve que la de la vocal palatal [i]) y wau (la u de un diptongo o triptongo, cuya pronunciación es más cerrada y breve que la de la vocal velar [u]). Los diptongos ascendentes en español son más frecuentes que los deascendentes.
El acento prosódico recae siempre sobre la vocal abierta. Cuando el diptongo está constituido por dos vocales cerradas, el acento se pone en la segunda vocal, que es la que más se percibe; por esto el primer elemento se juzga semiconsonante.
En la lengua oral, en una pronunciación muy rápida, dos vocales abiertas, unidas, pueden formar un diptongo si una de ellas se articula como cerrada. Lo mismo puede ocurrir con las vocales de las terminaciones de los participios de la primera conjugación tras la pérdida de la -d- intervocálica. Pero, aunque esto suceda en un ambiente coloquial, no es admitido como correcto ni en la lengua oral cuidada ni en la escrita.
En las escrituras poéticas: 1) A la hora de establecer la rima, el poeta puede ignorar la vocal cerrada de los diptongos y tener en consideración apenas la vocal abierta. 2) Pueden acoplarse dos vocales abiertas y formar un diptongo, contándose como una sola sílaba; es lo que se denomina sinéresis. 3) Cuando una palabra acaba en vocal y la siguiente se inicia por otra vocal, independientemente de que sean abiertas o cerradas, suelen acoplarse para formar una sola sílaba, produciéndose una sinalefa. 4) A veces el autor emplea la facultad de producir un hiato, al transformar en dos sílabas un diptongo por necesidades métricas; es lo que se denomina diéresis, porque con frecuencia se suele poner este signo ortográfico (¨) sobre la vocal cerrada para indicarlo.
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