Alexandre Herculano de Carvalho e Araújo

Alexandre Herculano de Carvalho e Araújo (1810-1877), poeta, historiador y novelista portugués, apasionado liberal a lo largo de toda su vida. Ambos trazos de su vida se hallan indisolublemente entrelazados con la política de su tiempo, en la que jugó un papel significativo.

Su primera incursión importante en la vida política concluyó con su exilio en Francia e Inglaterra, como consecuencia de haber intervenido en el levantamiento con muy mala fortuna contra el gobierno absolutista de Miguel I. Pero, volvió en 1832 configurando parte del ejército de Pedro I, esta vez en el bando vencedor, para ver establecido un gobierno liberal.

Durante este periodo escribió poesía, e inspirado en la convicción de que la cultura debe evidenciar el cambio político, creó O Panorama (1837-1839), una revista dedicada especialmente a la política y la literatura europeas de la etapa, en la que publicó igualmente sus primeros relatos históricos.

En 1840 formó parte del parlamento y comenzó su campaña con una reforma pedagógica, sin embargo un año después dejó las cortes al establecerse nuevamente un régimen autoritario. Pero, en 1839, al ser nombrado bibliotecario de la Biblioteca Real en Ajuda, desarrolló lo que algunos consideran su obra más significativo, la Historia de Portugal.

El primer volumen (1846) cubre la historia antigua de Portugal hasta 1279. Consultó manuscritos que hasta ese momento nadie había investigado y a los que, como bibliotecario tenía pleno acceso, desmintiendo así muchos de los tópicos que hasta ese momento existían sobre la historia portuguesa. Esto escandalizó a numerosas capas de la sociedad, en especial a la Iglesia, y Herculano se embarcó en una larga contienda con el clero.

En 1851, el movimiento regeneracionista derrocó al régimen absolutista y una vez más vencieron los liberales. Herculano volcó su talento hacia la prensa, utilizándola como plataforma para atacar a la Iglesia y a la extrema derecha. De nuevo, su empleo de fuentes interesantes, apartadas con precedencia, le confirió credibilidad. Entre 1854 y 1859 publicó un estudio histórico sobre la Inquisición que demostró que la Iglesia y la Corona actuaron en connivencia en la confiscación de los bienes de los judíos en el momento en que se les forzó a transformarse al cristianismo.

Entretanto, continuó publicando obras de ficción y de poesía. Sus ficciones históricas, como El monje cisterciense (1848), eran escritas en el estilo expansivo de Walter Scott, e introdujeron en Portugal esta veta de literatura romántica. Igualmente fue un significativo poeta romántico.

En 1856 se retiró de la vida pública a su granja de Vale de Lobos, en Santarém, donde el 13 de septiembre de 1877, falleció.

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