Alex de la Iglesia

Alex de la Iglesia (1965- ), director y guionista de cine español, clave en el movimiento nuevamentes desarrolladores de la década de 1990, en el momento en que con su cortometraje Mirindas asesinas (1990) ensayara una amalgama de humor negro, violencia desmedida, estética de cómic y costumbrismo social tan aplaudida como imitada seguidamente.
Nació en Bilbao. A pesar de que estudió Filosofía, su afición al cómic lo llevó pronto al mundo del cine, comenzando como director artístico de Todo por la pasta (1990, de Enrique Urbizu). Debutó en la dirección de una película de la mano de Pedro Almodóvar, que le produjo Acción mutante (1992), sobre una rebelión de tullidos contra la ‘gente guapa’ en un ambiente futurista, premiado con los Goya a la dirección de producción, maquillaje y centro de encanto y efectos especiales. El día de la bestia (1995), producida por Andrés Vicente Gómez, supondría su consagración y el lanzamiento del artista (y luego director) cómico Santiago Segura, recibiendo seis distinciones Goya. Tras un intento fallido de continuar su carrera en Estados Unidos con Perdita Durango (1997), la única de sus cintas que no hizo sobre guion propio y de Jorge Guerricaechevarría, recuperó posiciones con Muertos de risa (1999) y especialmente con La comunidad (2000), tras lo que se ha aventurado en la producción propia en 800 balas (2002), con dudosos consecuencias.

Alex Haley. Alex Haley (1921-1992), escritor americano que contribuyó a popularizar la historia de los negros promoviendo el entendimiento racial. Nació en Ithaca (Nueva York). A pesar de que no sobresalió académicamente, ni en la escuela ni en la universidad, su determinación por dedicarse a redactar le hizo practicar y perfeccionar su oficio mientras ejerció profesionalmente de guardacostas. A los 37 años se desplazó a Nueva York, donde sus citas al trompetista de jazz Miles Davis y al político Malcolm X para la revista Playboy le hicieron célebre. El encuentro con Malcolm X le sirvió para coguionizar con él La autobiografía de Malcolm X (1965), que se transformó en un texto básica para los nacionalistas negros que combatían por los derechos ciudadanos en la década de 1960. El libro fue admirado por la crítica y asumido como lectura forzada por los estudiantes de literatura e historia.
Inmediatamente después del éxito de la Autobiografía, Haley comenzó a trabajar en su saga familiar Raíces (1976), que seguidamente obtendría docenas de distinciones, incluyendo menciones al trofeo Pulitzer y al National Book Award. Se vendieron nueve millones de ejemplares y se tradujo a 26 idiomas. Su impacto en la cultura americano se incrementó al adaptarse para la televisión en 1977. Raíces cuenta la historia de la pesquisa de Haley en busca de sus antepasados hasta un pueblo de África occidental. Utilizó su imaginación para terminar los detalles de la historia de su familia y creó una serie de retratos que movió a muchos americanos de todas las razas a interesarse por su genealogía.

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