Acordeón, objeto musical portátil compuesto por un fuelle sujeto a dos bastidores ovalados en los que hay botones y, en algunos modelos, teclas como las del piano. El intérprete toca el acordeón estirando y comprimiendo el fuelle, con lo que el aire pasa por unas láminas metálicas denominadas lengüetas que al vibrar emiten sonido. El acordeonista recibe las notas pulsando los botones o las teclas. Los controles de las graves están en su mano izquierda, los de las agudas en la derecha.
Los dos tipos primordiales de acordeón son el de acción simple y el de acción doble. En el primero, cada botón produce dos notas, una al comprimir y otra al estirar. En el segundo, cada botón produce la misma nota al comprimir y al estirar. El modelo más habitual, el piano acordeón, es un instrumento de doble acción, con una columna de teclas como las del piano en lugar de botones en la mano derecha.
En la década de 1820 se inventó en Berlín el handäoline, instrumento semejante al acordeón. Cyril Demian patentó el primer modelo actual en 1829 en Viena. Los más arcaicos tenían diez botones melódicos y dos botones para los graves. En las versiones posteriores se añadieron más botones lo que aceptó a los intérpretes hacer una diversidad de notas y acordes más amplia. En la década de 1850 apareció el piano acordeón.
La concertina es un pequeño instrumento hexagonal semejante al acordeón. Hay modelos de simple y doble acción. Charles Wheatstone la inventó en 1829, inspirado en el funcionamiento del sheng, una arcaica armónica de boca china.
El bandoneón es un instrumento algo más grande que el acordeón que constituye un elemento básico para la representación de tangos. En el lunfardo bonaerense se le llama fuelle.
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