Abeja, nombre común de cualquiera de los insectos que conforman una superfamilia del orden al que pertenecen igualmente las avispas y las hormigas. Hay unas 20.000 especies, que van desde formas diminutas de solamente 2 mm de longitud a insectos grandes de hasta 4 centímetros.
Como las avispas, la mayoría de las abejas hembra tienen aguijón funcional. Presentan un aguijón recto y provisto de pequeños dientes microscópicos de forma que, en el momento en que lo introducen en su presa, queda animosamente anclado al cuerpo de su víctima. Al pretender sacarlo, la abeja se desgarra parte del abdomen y fallece al poco tiempo. Al contrario que las avispas, sin embargo, dependen del polen como fuente de proteínas y del néctar de las flores como fuente de energía. Las hembras adultas reúnen polen especialmente para alimentar a sus larvas, aunque los adultos igualmente se alimentan de él y del néctar. El cuerpo suele ser muy velludo; una adaptación a la recopilación del polen. Muchas abejas tienen en las patas ulteriores unos conjuntos de pelos que forman una especie de cestillo con el que ayudan a la recopilación del polen que se deposita en la totalidad del cuerpo. Otras abejas transportan el polen en un conjunto de pelos ubicados en la parte inferior del abdomen. El polen que ineludiblemente pierden al ir de flor en flor es importante para las plantas porque parte de él cae sobre los pistilos de otras flores de la misma especie, produciendo una polinización cruzada. Las abejas son los primordiales insectos polinizadores.
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