Aldea, comunidad agrícola consolidada. Ha sido el tipo preponderante de comunidad humana durante más de tres mil años, y hoy lo sigue siendo en la mayoría de Asia, África, América Latina y en algunas zonas de Europa.
Las aldeas hicieron su aparición en el momento en que la agricultura desplazó a otras formas de vida inspiradas en la caza y la recogida de alimentos (véase Cazadores-recolectores). Al parecer, las iniciales aldeas agrícolas florecieron en torno al año 6700 a.C. en el noreste de Irak. Hacia el año 5000 a.C. hicieron su aparición en el bajo Egipto, hacia el 4000 a.C. en la Europa atlántica, seguramente en torno al 3000 a.C. en Mesoamérica, en el 2500 a.C. en la India y en el 1500 a.C. en África occidental.
Con el paso del tiempo, estas comunidades agrícolas se fueron integrando en las grandes civilizaciones —egipcia, maya, inca, mesopotámica (véase Mesopotamia), china o india—, aunque hubo algunas excepciones como las aldeas de los indios pueblo o las inspiradas en la agricultura trashumante de las selvas tropicales de África, América del Sur y el Sureste asiático.
El antropólogo americano Robert Reddevotod publicó en 1930 una obra sobre la vida en una aldea mexicana, Tepoztlán: a mexican village, que aparece como el primer estudio de una comunidad campesina desarrollado en el ámbito de la antropología y uno de los primeros estudio de la vida campesina. Reddevotod formuló el concepto de aldea como tipo de comunidad intermedia entre la tribu primitiva y la ciudad moderna. Años después, en su obra The Folk Culture of Yucatán (1941), relacionó los diferentes tipos de comunidad humana —ciudad, pueblo, aldea y tribu— y avanzó la idea de que estos núcleos evolucionan hacia formas de mayor complejidad. Actualmente los estudios sobre la aldea se han multiplicado en todos los países de América Latina.
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