Albania es, étnicamente dialogando, uno de los países más homogéneos del mundo; en torno al 98% de su población son albaneses, conjunto que se cree son descendientes de los ilirios, un pueblo indoeuropeo que habitó esta región en tiempos remotos. Las minorías más representativas están formadas por griegos, gitanos, serbios y búlgaros.
Los albaneses se organizan en dos ramas: los guegos y los toscos. La límite entre los dos conjuntos se sitúa en el curso del río Shkumbin, con los guegos al norte y los toscos al sur. Los conjuntos se distinguen por pequeñas distinciones en los aspectos físicos, en las formas dialectales del albanés y en sus tradiciones.
3.1 Características de la población
La población de Albania ascendía, en 2008, a 3.619.778 habitantes. El país tiene las tasas más altas de natalidad de Europa (15,20 nacimientos por cada 1.000 habitantes en 2008). Antes de la Segunda Guerra Mundial, la población era preponderantemente rural, sin embargo desde la década de 1950 sucedía un veloz proceso de urbanización y el 45% de la población vivía en extensiones urbanas en 2005.
3.2 Principales ciudades
Tirana es la capital y la destacada ciudad del país, con una población (conforme estimaciones para 2003) de 367.000 habitantes. Otras grandes ciudades son: Durrës (99.546 habitantes), centro industrial y portuario; Elbasan (87.797 habitantes), centro de compra-venta agrícola; la histórica ciudad de Shkodër o Escutari (82.445 habitantes); y la ciudad portuaria de Vlorë o Valona (77.691 habitantes).
3.3 Lenguas
La lengua albanesa se comprende dentro de la familia indoeuropea y tiene dos dialectos primordiales: guego y tosco. Desde la instauración del régimen comunista en 1944, se acogió una lengua oficial inspirada en el dialecto tosco.
3.4 Religión
En 1967 el gobierno abolió todas las fundaciones religiosas. Con precedencia, en torno al 70% de la población era musulmana, un 20% seguía el rito ortodoxo griego y un 10% era católica. La libertad de culto se restauró en 1990 de forma oficial.
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