Acoso sexual, conducta ofensiva que se fundamenta en solicitar favores de tipo carnal o sexual para el autor o para un tercero, prevaliéndose de un entorno de superioridad laboral, docente o análoga, a modo de contrapartida de un trato favorable en el ámbito de esa relación, o con el comunicado expreso o tácito de una conducta desfavorable si no se accede a los mismos.
Si en todos los quebrantamientos y faltas contra la libertad sexual suele existir cierta reserva de la víctima a culparlos, en el caso del acoso la situación se dificulta aún más. Hay que rememorar que en numerosas ocasiones el acoso sexual se genera en el centro de trabajo, por lo que la persona agredida puede tener el pavor de perder su puesto, por lo que en la práctica es común que este tipo de conductas se denuncien una vez que ha concluido la relación laboral. Por último, hay que indicar que el acoso sexual está comenzando a ser observado como delito en diversos países, junto a las figuras convencionales de los abusos deshonestos y la violación, sin embargo habitualmente las soluciones legales no han conseguido ser aún las más adecuadas para eludir y sancionar este tipo de conductas.
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