Ingratitud embota la virtud, (La) Dice que l…

Ingratitud embota la virtud, (La)
Dice que los ingratos acaban por disuadir a los virtuosos de poner en practica su bondad. Asi aquel ermitaño, citado por el proverbista Rodriguez Marin, a cuya puerta, junto con la esterilla de las limosnas, habia siempre un cantaro de agua para apagar la sed de cuantos caminantes pasasen por alli. Hasta que un dia algun bellaco pego fuego a la esterilla, y asi concluyo el valioso socorro.

3 Comentarios Grano a grano, hinche la gallina el papo. As…

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