A quien madruga, Dios le ayuda. A esta vieja…

A quien madruga, Dios le ayuda.
A esta vieja alabanza del habito de madrugar no le faltan contradictores. El primero, aquel mozo que, segun refiere Esteban de Garibay, cuando oyo a su padre que a cierto madrugador le habia premiado la fortuna con el hallazgo, en la calle, de una bolsa de doblones, dijo: Pues como madrugar, padre, mas madrugo el que perdio la bolsa. Por eso proclama otro refran: Mas puede Dios ayudar que valer y madrugar.

3 Comentarios Gata de Marirramos, que esta muerta y …

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