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gabacho

gabacho
Esta voz, de las pocas despectivas que tiene el español, comparado con otros idiomas, para denostar a sus vecinos, es la forma más popular de referirse peyorativamente a los franceses, y todo parece indicar que nacio, como suele ocurrir, en la zona fronteriza, en los Pirineos, si bien, como veremos, son varios los posibles origenes de la palabra.
Parece claro que son dos los contextos que sirvieran como caldo de cultivo del nombre. Por un lado, muchos autores coinciden, y podemos citar nada menos que a don Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la Lengua Castellana o Española (1611), o al propio Diccionario de Autoridades (1726-1739), en la idea de aplicar el término a obreros de trabajos poco considerados socialmente. Afirman que la voz gabacho o gavacho designaba siempre a los franceses del Sur que pasaban a España para trabajar, no siempre en empleos de demasiada categoria, y se ocupan en servicios bajos y viles, y se afrentan cuando los llaman gavachos, como decia Covarrubias, o que en ciertos dias del año vienen al reino de Aragon y otras partes, donde se ocupan y ejercitan en los ministerios más bajos y humildes, segun asegura el Diccionario de Autoridades, que precisa, de forma muy interesante para nosotros, que los que recibian este nombre eran normalmente los habitantes de los pueblos que están a las faldas de los Pirineos, entre el rio Gaba (hoy Gave), lo cual es ya una informacion fidedigna sobre el origen de la palabra.
En este mismo contexto, digamos que ya en el siglo XVII, se llamaba gabachos a los buhoneros de la region meridional francesa de la Gascuña que recorrian España vendiendo baratijas.
El segundo contexto, quizá unido al anterior por el mismo hilo del desprecio, nos situa en la referencia a la supuesta incapacidad que tendrian aquellos franceses para hablar correctamente español. No es de extrañar, entonces, que existiera durante la invasion napoleonica la expresion hablar en gabacho, aplicada particularmente a los franceses que no hablaban bien español. A este respecto, debemos recordar que, en reciprocidad, cuando alguien habla mal francés, se le aplica una expresion existente en ese idioma que nos recuerda a nuestra cabaña vacuna (parler franccedil;ais comme une vache espagnole, adaptacion popular de hablarlo comme un Basque espagnol), lo cual habla por sí solo de la importancia que cada pueblo le da a su lengua.
Sobre la etimologia de la palabra, y además de la posibilidad citada de tratarse de un gentilicio a partir del rio Gaba o, modernamente, Gave, debemos mencionar que Julio Cejador, al comentar la obra de Quevedo La hora de todos y la fortuna con seso (1636), escribe que el apodo de gabacho se debe a los gaves o rios que corren entre cañadas del Pirineo. Hay que decir que, en efecto, en francés existe la voz gave, escrita gabe en dialecto bearnés (asentado en el suroeste del pais), definida como ‘corriente de agua, torrente pirineo’, lo cual nos obliga a pensar que decir rio Gave es, realmente, una repeticion, un pleonasmo, parecido a decir calle de la Rua, por ejemplo.
No faltan quienes afirman, por otra parte, que la voz gabacho tiene origenes vascos, a partir de las palabras gabes o gabas (‘rocas y riachuelos’) y acha, aitza (‘riscos’), y tiene verosimilitud la teoria que asegura que en Francia se llama gavacherie a un mal dialecto que hablan los habitantes de un canton de Libourne, de la Reole y de Marmande, lo cual situaria el origen de la palabra en el propio territorio francés, como lo confirmaria la idea de que la palabra procede del provenzal gavach, ‘el que habla mal’, o ‘montañés grosero’, palabra que podria tener origen prerromano.
Por ultimo, se ha establecido relacion entre la palabra y formas provenzales como gavach, gavaych, gavachou o gavot con el valor de ‘rustico, montañés, habitante de los Pirineos’, derivados de la palabra gava (quizá del latin antiguo gaba, ‘garganta’), que tenia el curioso valor de ‘bocio, buche’, una de las enfermedades más habituales de los montañeses, que acusan la falta de sal yodada mediante un visible abultamiento del cuello por alteraciones de la glándula tiroides, situada en dicha zona. Es posible que los habitantes del Pirineo francés que padecieran de dicho mal llamaran la atencion por ello y merecieran el descriptivo nombre que nos ocupa. No obstante, quizá no esté de más recordar que tan montañeses son los que viven de un lado como de otro de los Pirineos (o de cualquier otra montaña), por lo que, de haber bocio o cualquier otra enfermedad, existiria a ambos lados, lo cual hace extraño que un pueblo con un mal llame a otro que lo padezca por el nombre de esa enfermedad. Pero nunca se sabe.

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