Escuelapedia.com Historia Sans-culottes

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Sans-culottes

Sans-culottes

El término «sans-culottes» se utiliza durante el período revolucionario, especialmente desde 1792 para designar a las masas populares urbanas, sobre todo en los suburbios del este de París, Saint-Antoine, en el margen derecho, y de Saint-Marcel, en el margen izquierdo.

Políticamente, los sans-culottes forman la armadura de las secciones parisinas y los comités revolucionarios, a los cuales la organización del Terror atribuye un papel significativo. Representan la masa de maniobra de las grandes jornadas parisinas del 10 de agosto de 1792 y del 2 de junio y 5 de septiembre de 1793. Los sans-culottes encajan en los ejércitos revolucionarios.

Socialmente, los sans-culottes representan habitantes de las ciudades que viven de su trabajo, ya sea como artesanos o como profesionales de oficio; algunos, después de una vida laboriosa, se convierten en pequeños propietarios de tierras en la ciudad, y disfrutan de las rentas de un inmueble. Por lo tanto, el sans-culotte no se debe confundir con las masas pobres e indigentes. Este grupo de pequeños propietarios piensa que la difusión de la propiedad permitirá la instauración de la felicidad gracias a la igualdad. Los sans-culottes defendían como necesario fijar los precios de los alimentos básicos, los salarios de los trabajadores, los beneficios de la empresa y las ganancias del comercio. El programa económico de los sans-culottes resultaba vago y aparece como una aspiración a la igualdad entre los pequeños productores independientes, propietarios de los medios para satisfacer sus necesidades.

Paulatinamente, se forja entre los sans-culottes una doctrina política. El punto de partida es el principio de la soberanía popular, exprimiéndose en la asamblea de los ciudadanos listos para combatir, ininterrumpidamente. El poder soberano de la asamblea se ejerce directamente, y si es necesario delegar, apenas debe suceder por un mandato preciso, a corto plazo y renovable. Los debates son públicos, como los votos, porque la expresión de la voluntad soberana debe hacerse por unanimidad, en la igualdad y en la fraternidad. Según los difusores de la ideología de los sans-culottes, el deber de cada ciudadano es denunciar a los sospechosos, los enemigos de la nación, para así proteger la libertad. El hombre armado puede levantarse para salvar la república, de ahí el pedido de derecho de insurrección y su reconocimiento oficial en la Declaración de los Derechos.

Los sans-culottes de París se organizaron en el verano de 1792, para prepararse para la caída del rey y la defensa de la patria atacada por una coalición de reyes.

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