Escuelapedia.com Historia Revanchismo y contexto económico como desencadenantes de la Segunda Guerra Mundial

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Revanchismo y contexto económico como desencadenantes de la Segunda Guerra Mundial

Causas Segunda Guerra Mundial
Con el fin de la primera guerra mundial (1914-1918), los países derrotados (Alemania, Austria-Hungría), además del fracaso militar, sufrieron duras y severas imposiciones fiscales, económicas y políticas establecidas por Francia e Inglaterra.

En el año 1919, Francia e Inglaterra crearon el Tratado de Versalles. En este documento la Alemania se vio obligada a firmar el acuerdo y pagar altas tasas de indemnizaciones y tributos a los países que formaron la triple Entente (Rusia, Francia, Inglaterra y Estados Unidos), por otra parte, Alemania devolvió la región de Alsacia y Lorena a Francia, cedió a Polonia el denominado Pasillo polaco y, especialmente, fue obligada a ayudar económicamente a la reconstrucción de los países europeos devastados por el poder militar humano.

Inicialmente, los gobernantes y la población de Alemania y Austria-Hungría no quedaron satisfechos con las imposiciones causadas por el Tratado de Versalles y los alemanes apodaron el tratado de Dictado de Versalles. Muchos eruditos defendieron la idea de que en 1919 ya se esbozaba una nueva guerra mundial con el clima de revanchismo entre las naciones europeas.

Para intensificar todavía más el clima de tensión en Europa en la década de 1920, la economía estadounidense estaba en el ápice de su desarrollo económico; grandes productores de mercancías y consumismo, sin embargo, en el año 1929, enfrentaron una de las mayores caídas registradas en la historia. El problema financiero de Estados Unidos fue conocido como la caída de la bolsa del 29. Las consecuencias de esa caída fueron devastadoras para los norteamericanos. En un periodo conocido como Gran Depresión hubo millones de desempleados y quiebras de empresas. Rápidamente la crisis económica se fue extendiendo para Europa y otros continentes.

Alemania fue uno de los países que recibía gran cantidad de inversiones procedentes de la economía estadounidense. Así, con la quiebra de la bolsa, el envío de capital para los alemanes cesó. La situación de Alemania empeoró drásticamente, cerca del 80% de la población alemana quedó desempleada. En este momento surgió el nazismo para combatir el hambre, el desempleo y reestructurar la economía alemana.

En Italia la situación era muy similar a la situación alemana. Los italianos estaban descontentos con Francia e Inglaterra, que no permitieron al país anexar las regiones de litigo con Austria. Con los países arrasados, necesitando levantar sus economías, surgió en Alemania el nazismo y en Italia el fascismo, dos grupos de extrema derecha que fueron marcados por la ascensión de los Estados totalitarios. A partir de entonces, la política de alianzas selladas por el líder alemán Adolf Hitler (1889-1945) y por el jefe de estado de Italia, Benito Mussolini (1883-1945), comenzó a delinear sus rumbos, el expansionismo alemán, sobre todo y el italiano.

Los regímenes nazi-fascistas comenzaron en la década de 1930, reanudando los territorios que habían perdido por el Tratado de Versalles (1919). Inglaterra y Francia, que administraban los acuerdos de paz en Europa, casi o nada hicieron para evitar la expansión territorial alemana e italiana. Imbuidos de un sentimiento de venganza y revanchismo, Alemania e Italia formaron el llamado Eje, una política de alianzas que delineó los bloques rivales durante la Segunda Guerra Mundial. La ascensión de los totalitarismos se estableció en el discurso de la nacionalidad, valorando lo que era alemán en Alemania y lo que era italiano en Italia. Favoreciendo el fortalecimiento de la economía nacional, gran parte de la población de esos países siguieron el fascismo y el nazismo y estaban preparados para el inicio de la guerra.

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