En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudo…

En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso.
Porque el mentiroso, tan vapuleado por el refranero, no es creido ni cuando dice la verdad. De ahi la agudeza que encierra este otro: Engañome porque no me mintio; que si me mintiera, engañarme no pudiera.

6 Comentarios Bienaventurado el que en otro ha escarmentado…

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