Escuelapedia.com Ciencias La química del amor desde la perspectiva evolucionista

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La química del amor desde la perspectiva evolucionista

La química del amor desde la perspectiva evolucionista

El amor, ese sentimiento que transforma vidas, que trae una explosión de sensaciones como euforia, deseos, confianza, satisfacción, placer, angustia, tristeza y tantas otras sensaciones que nos hacen a veces actuar como tontos. Cuando estamos enamorados suceden numerosas explosiones químicas dentro de nuestro cuerpo. El beso, el olor, los celos, el cariño, la primera relación íntima; para todos esos momentos la psicología evolucionista tiene que decir al respecto y nos presenta revelaciones espantosas.

El ‘amor’ es un complejo fenómeno neurobiológico, basado en actividades cerebrales, que incluyen principalmente ciertas moléculas, llamadas hormonas. Este nombre es de origen griego, significa ‘incitar’, precisamente porque las hormonas tienen la función de llevar mensajes químicos, coordinando las actividades de diferentes células en organismos multicelulares.

Antes de instruir sobre este enfoque cabe mencionar que numerosas controversias han surgido en torno a la psicología evolucionista, siendo criticada por el sector científico en base a sus hipótesis falsables acerca de sus predicciones y afirmaciones en relación a la estructura del cerebro y su interacción con el ambiente.

A continuación intentaremos estructurar la química del amor en tres fases principales desde una perspectiva de la psicología evolucionista y la neurobiología:

Primera fase

En esta fase las sensaciones y el deseo sexual se inician en el cuerpo humano. Ellos son despertados por la circulación de las hormonas sexuales, iniciada en la adolescencia; la testosterona en los hombres y el estrógeno en las mujeres.

Testosterona estrogeno

Fórmulas estructurales de la testosterona y el estrógeno

Incluso antes de que encontremos una persona amada, cuando todavía estamos buscando a un compañero, sentimos la necesidad de formar pares, porque eso asegura la generación de descendientes y ofrece un ambiente seguro que al ser generado permite madurar y volverse capaz de sobrevivir solo.

Segunda fase

Cuando nos enamoramos, los compuestos químicos que actúan sobre nuestro cuerpo nos hacen solamente pensar en la persona amada. Veamos algunas reacciones que ocurren en nuestro cuerpo:

El olor de la persona amada es un bálsamo estimulante, casi una droga que agita el cerebro y el cuerpo. Eso ocurre porque las moléculas que emanan de la persona van por la nariz y cuando entran en contacto con las hormonas olfativas, la información es transmitida para el cerebro. En ese momento sensaciones y recuerdos se funden, el hipocampo registra la imagen del amado y determinado olor pasará siempre a estar asociado a su imagen.

Además, las moléculas del olor también revelan varios temas sobre nosotros, como, por ejemplo, cómo está nuestra salud, nuestros hábitos, nuestra dieta y nuestros orígenes. De esta manera, el cerebro puede detectar la compatibilidad genética, es decir, la nariz es capaz de elegir el mejor socio para la reproducción, que es aquel con genes inmunológicos diferentes de los nuestros, para que la próxima generación sea más resistente a las enfermedades.

Otro aspecto bioquímico relacionado al olor es que la persona en ese estado excreta por el olor sustancias químicas que permiten la comunicación y la atracción con otro ser de la misma especie. A esas sustancias es dado el nombre de feromonas.

Las feromonas sexuales son comunes en los animales y especialmente en los insectos; se usan para atraer a la pareja para la cópula y así preservar la especie a través de la procreación. Estudios controvertidos de dudosa validez científica muestran que el ser humano emite un tipo de feromona sexual. Pero, según una encuesta realizada por la revista Science de 2005, esa es una de las 125 cuestiones todavía no respondidas por los científicos.

Conforme a estas teorías, cuando vemos a la persona amada nuestras pupilas se dilatan, el rostro queda enrojecido, los ritmos cardíacos se aceleran, nos acobardamos, las manos sudan y los labios quedan más de color rosado. Eso ocurriría porque la sangre corre a través de los minúsculos vasos debajo de la piel, la temperatura de nuestro cuerpo se incrementaría y produciría más noradrenalina, que es la hormona que acelera los latidos del corazón.

En el cerebro hay una explosión de reacciones causadas por los neurotransmisores. Uno de ellos es la dopamina, el neurotransmisor del placer. Al observar a la persona, incluso en una foto, tenemos una sensación agradable, parecida con la de comer un dulce, una comida predilecta o incluso una droga. La serotonina es la hormona que nos vuelve obcecados. Esas sustancias producidas en nuestro cuerpo son muy parecidas con drogas del tipo anfetaminas.

Dopamina serotonina

Fórmulas estructurales de la dopamina y de la serotonina

Visto que liberamos más hormonas y neurotransmisores, nuestro comportamiento es alterado, hay una desorganización en nuestro cerebro, que lo hace quedar confuso, por eso quedamos con aquel aire de torpes, decimos cosas sin sentido, interpretamos mal lo que la persona nos dice y damos respuestas desorganizadas.

El cariño dado por el tacto es algo que también nos da mucho placer, porque debajo de la piel, 1,5 millones de receptores registran las sensaciones que se transmiten a los miles de terminaciones nerviosas. El contacto provoca una corriente eléctrica que viaja a través de la médula espinal y llega al cerebro, liberando más endorfinas. Las endorfinas actúan en el sistema límbico, que es el área del cerebro responsable de placer.

Endorfina

Las endorfinas son liberadas por el tacto, dando sensación y placer

Pero, por desgracia, estos sentimientos intensos no duran para siempre. Ahí es cuando entramos en las últimas etapas del enamoramiento.

Tercera fase

Esta es la etapa de conexión, que es hecha por dos hormonas que se liberan durante el acto sexual: la oxitocina (hormona del cariño) y la vasopresina.

La oxitocina provoca contracciones en el músculo uterino y la producción de leche; al parecer está involucrada en la relación entre la madre y el bebé.

Puede parecer a la pareja que el amor se enfrió porque el organismo queda más resistente y acostumbrado con la producción de las hormonas anteriormente citadas. Pero no hay que preocuparse, eso no significa que el amor termina por aquí. Pero sí que un tipo diferente y más duradero de amor es establecido, no pasajero como la ‘pasión’. El amor puede permanecer hasta el fin de la vida.

Realmente, cuando dos personas están enamoradas, existe química entre ellas.

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