Avisos google

La laringe

La laringe

La laringe es un órgano corto, de forma cónica, constituido de cartílagos, músculos y ligamentos. Se encuentra en el cuello, entre la cuarta y sexta vértebra cervical, conectando la faringe y la tráquea. Su tamaño es variable, siendo mayor en hombres, debido a la influencia de hormonas.

Ejerce función respiratoria y fonética, y también impide la entrada de partículas extrañas en las estructuras respiratorias.

Posee nueve piezas cartilaginosas: cartílago tiroideo, epiglotis y cartílago cricoides; y los cartílagos cuneiformes, corniculado y aritenoides que se presentan en pares.

El cartílago tiroideo, conocido comúnmente como Nuez de Adán, está formado por cartílago hialino y es similar a un libro abierto por detrás. Fijado a él y también al hueso hioides, está la epiglotis. Esta funciona como una especie de tapa, previniendo que sustancias líquidas y sólidas sean encaminadas para los pulmones. Debajo de la tiroides, y antes de la tráquea, está el cartílago elástico cricoides, unido a esta primera por una membrana. Los cartílagos aritenoides son móviles, tienen formato piramidal y se articulan con el cricoides. En estas se localizan las inserciones de las cuerdas vocales, influenciando la tensión de estas, y de algunos músculos de la glotis. Ya los cartílagos corniculado y cuneiforme están unidos entre sí, deslizándose de acuerdo a los movimientos de los músculos de la laringe. Ese último cartílago, todavía conecta las aritenoides a la epiglotis.

Asociados a estas estructuras cartilaginosas están los músculos, ejerciendo la importante función de estrechar o dilatar los canales responsables por el paso del aire; y de distender y relajar las cuerdas vocales.

Las cuerdas vocales están dentro de la laringe, en dos pares. La región superior doble es llamada de banda ventricular, o cuerdas vocales falsas, siendo constituida de láminas fibrosas. Las inferiores, formadas por tejido fibroso elástico y muscular, son las cuerdas vocales verdaderas. Estas parten de la tiroides, cada una uniéndose a la aritenoides correspondiente; formando una ‘v’, cuando están relajadas como, por ejemplo, cuando respiramos con normalidad.

Al hablar, los cartílagos aritenoides se mueven, permitiendo que las cuerdas vocales se extiendan, permaneciendo bien próximas. Así, cuando el aire es expirado, estas vibran permitiendo la formación de sonidos. El movimiento de los músculos de la laringe, junto con la articulación de las estructuras bucales como labios, lengua, mejillas, permiten la modulación de la voz y el lenguaje hablado.

Datos sobre el articulo
Redacción
Opiniones del artículo
Otras materias disponibles
Recomendado